Obradovic desvela su secreto

Obradovic, entrenador del Fenerbahçe

Obradovic, entrenador del Fenerbahçe / EFE

Maite Antón

Maite Antón

En octubre de 2013, entrevisté a Obradovic. Era su primer año en el Fenerbahçe y no quería ni oír hablar de Final Four pese a ser un técnico talismán.“Te lo digo por experiencia, el camino es muy largo”. Para el serbio era básico estar en un club que como él quería hacer algo importante. Esa primera temporada no pasó del Top 16. Un año y medio después de esa conversación hablé de nuevo con Zeljko pero esta vez en Estambul, en ese despacho en el que se pasa horas y horas junto a su querido ‘Izqui’ preparando todos los partidos. Me confesó que se sentía como en casa y que todos eran una familia. El Fenerbahçe se había clasificado por fin para la Final Four. ¿El secreto? “Se cambió el equipo, diseñamos un grupo que pensamos que podía ser competitivo a todos los niveles. Hay un ambiente muy positivo y no hay egoísmo en el vestuario. Son buenos jugadores, que se sacrifican por el equipo”, me contó. Cayeron en semifinales. Era un bloque con buenos jugadores pero faltaba química y más cohesión. Al tercer año llegaron Udoh, Antic, Kalinic, Sloukas, Datome, Dixon y continuaron Vesely y Bogdanovic. Se llegó a la final de la Euroliga y rozaron el título, pero se les escapó. Sin embargo, el buen trabajo siempre da sus frutos. Ese mismo bloque solo necesitó un año más para proclamarse, ahora sí, campeón de la Euroliga, mostrando química, dando una lección magistral en defensa y luchando hasta el final. Obradovic logró construir un equipo ganador y guiarlo hacia el gran éxito europeo en su cuarta temporada en el Fenerbahçe. El Barça debería tomar buena nota de ello. Los proyectos necesitan continuidad y, sobre todo, unas bases sólidas. El serbio tiene muy clara la clave del éxito: “Lo importante es tener las mismas ideas”. Es decir, remar todos hacia la misma dirección. Palabra del nueve veces campeón de Europa.