Noviembre... y Messi sin renovar

Leo Messi, el mejor jugador del mundo y el que acumula unas estadísticas fuera de serie

Leo Messi, el mejor jugador del mundo y el que acumula unas estadísticas fuera de serie / Javier Ferrándiz

Toni Frieros

Toni Frieros

La dimensión mediática de Leo Messi es proporcional a la discreción que le acompaña y que le envuelve. Hay un manto de silencio sepulcral alrededor de lo que ahora mismo más preocupa al barcelonismo: su renovación. Hemos llegado a noviembre, ya empieza a hacer frío, y lo único que se sabe es que no se sabe nada. O casi nada… ¿Y eso cómo hay que interpretarlo? Los ingleses suelen decir aquello de ‘no news, good news’, pero me temo que el socio barcelonista empieza a sentir un runrún en sus tripas a medida que va avanzando la temporada y no llega a escenificarse esa imagen esperada como agua de mayo: la firma de renovación de contrato. No pueden imaginarse, ni en sus peores pesadillas, un Barça sin Messi.

Si tenemos en cuenta y en consideración la versión oficial del FC Barcelona, que todo va bien, que es cuestión de días, que sólo depende del momento que quiera comparecer Leo… entonces, tranquilo todo el mundo, que no cunda el pánico.

Sin embargo, hay silencios que duelen, que preocupan y, sobre todo, que invitan a la reflexión: ¿Cómo hay que interpretar que hayan renovado todos los jugadores que tenían que hacerlo, como Iniesta, por ejemplo, y Messi todavía no? ¿Qué se entiende por momento oportuno? ¿Qué circunstancias tienen que darse para que acabe este desasosiego? Algunos dicen que algo tan sencillo y simple como que Leo diga: ahora.

Tengamos en cuenta una cosa esencial: Leo Messi, hipotéticamente hablando, solamente dejaría el FC Barcelona por decisión propia y de forma unilateral. Quiero decir con ello que aquí no habría, al contrario de lo sucedido con Neymar, un club detrás dispuesto a pagar un traspaso. Eso es imposible.

Y es imposible porque el 1 de enero de 2018, es decir, de aquí a dos días como quien dice, Leo Messi sería libre de negociar con el club que deseara. Su contrato acaba el 30 de junio y la reglamentación FIFA le permitiría ese escarceo.

Las pocas cosas que han trascendido sobre la renovación de Messi, sin embargo, invitan al optimismo y nos empujan a pensar que sí, que renovará con toda seguridad. Leo Messi ya habría cobrado gran parte del dinero que el club le tiene que abonar en concepto de prima de renovación y que algunas fuentes comentan que es bastante más de los 50 millones de euros apuntados en su día. Esa partida ya está consignada en los presupuestos de la temporada 2017-2018.

Además, el padre de Leo Messi, Jorge, persona discreta y prudente donde las haya, ya ha firmado con el FC Barcelona el contrato de imagen del jugador. Y Rodrigo, el hermano mayor, también ha rubricado el compromiso de la Fundación Messi con el FC Barcelona y las correspondientes contraprestaciones.

¿Qué falta entonces? Falta que Leo firme el contrato laboral, el oficial, el que realmente importa, el que ha de ir a la Liga de Fútbol Profesional.

Hasta donde sabemos, el Barcelona ni ha presionado ni presionará a Messi para que haga el nudo definitivo a esta renovación. Sin embargo, y por mucho que entendamos y estemos de acuerdo en que los jugadores piensan y deban pensar únicamente en ellos, no estaría de más tener en cuenta que al final uno es futbolista porque juega en un equipo y que un equipo existe porque detrás hay miles de personas que lo sustentan. A ver si el mejor regalo para los socios y aficionados del Barça llega por Navidad…