Messi y las cuentas de la lechera

El Barça, a pesar de jugar con seis suplentes, ganó sin despeinarse. Fue un partido plácido, ante un rival entregado, que sirvió para homenajear a Messi por sus 500 goles como blaugrana (ya 502) y, sobre todo, por su celebración histórica en el Bernabéu. Y, por supuesto, para sumar tres puntos en otra de las cinco finales que le quedaban al conjunto de Luis Enrique en su lucha por la Liga. Superada la primera, restan cuatro. La más difícil, sin duda, el próximo sábado en Cornellà, en el derbi ante el Espanyol...

El problema del Barça es que no depende de sí mismo para ganar la Liga. Por culpa de sus propios errores. Y ahora debe hacer las cuentas de la lechera y esperar a ver dónde pincha el Real Madrid, que parte con la ventaja de tener un partido más (el aplazado con el Celta). Los blancos no fallaron este martes en el campo del Deportivo, a pesar de que Zidane también hizo muchas rotaciones pensando en el duelo de semifinales de Champions contra el Atlético. Quedan cinco opciones más para que el Madrid pierda tres puntos.

¿DÓNDE PINCHARÁ EL MADRID?

La irregularidad que han mostrado tanto Madrid como Barça a lo largo de toda la temporada permite especular con cualquier resultado en esta recta final de la Liga. ¿Qué equipo ayudará al Barça a ganar el título? ¿El Valencia? ¿El Granada? ¿El Sevilla? ¿El Celta? El Málaga, del madridista Míchel, seguro que no. Si el Madrid se juega el campeonato en La Rosaleda, lo tiene ganado. Cosas de un calendario perverso...

Del partido del Barça, además de la fiesta de Messi, cabe destacar, como dato curioso, que Mascherano marcó su primer gol como jugador blaugrana después de... ¡319 partidos! Fue de penalti. Y se convirtió en la gran alegría para un banquillo que, hasta ese momento, había seguido el encuentro con más sopor que otra cosa. ¡Qué diferencia con respecto al clásico! Es lo que tiene jugar contra un colista que ya está en Segunda División... La anécdota acaba convirtiéndose en la noticia.