Más allá de la Alemania de Lineker

Alemania conquistó la Confederaciones

Alemania conquistó la Confederaciones / EFE

Javier Rodríguez Marzo

Javier Rodríguez Marzo

“El fútbol es un deporte que juegan once contra once, pero siempre ganan los alemanes”,  dijo Lineker en 1990... 

La frase, que hizo fortuna y es una de las más célebres de la historia del fútbol, vuelve a estar en boca de todos después de que Alemania ganase en dos días la Eurocopa sub-21 y la Copa Confederaciones.

“Es culpa mía”, tuiteó con su fino sentido del humor el propio Gary, poco después de que Ter Stegen y compañía alzasen el trofeo. Pero más allá de las bromas, el milagro alemán no es casual sino producto de algo muy serio. Hace años que los germanos trabajan mucho y bien.

Fieles a la cultura del esfuerzo que siempre les ha caracterizado, han sabido adaptarse a los tiempos y escogido un modelo que les ha permitido dominar el fútbol mundial tras recoger el testigo de una España en la que se inspiraron.

Alemania ya no es solo aquella bestia parda que te arrollaba por su poderío físico en los tiempos de Lineker. Ahora añade a su repertorio el gusto por la combinación que se ha automatizado perfectamente desde la base como demuestra su éxito en todas las categorías.

A la Confederaciones acudieron con el equipo B y el rendimiento rayó a la altura del A... Cuando algo funciona, hay que perseverar en la idea.  Y eso que ahora hacen los alemanes, ser fieles a un estilo, deberían recordarlo muchos culés que, embriagados por el triplete del tridente de Luis Enrique, tildaron de aguafiestas y fundamentalistas a los que advertían del alejamiento del modelo. Parece que, por fin, algunos han abierto los ojos cuando han comprobado que la dejadez del Barça ha convertido al Real Madrid en su Alemania...