Márquez, el fichaje del Barça

Márquez Sachsenring

Márquez volvió a ganar en Sachsenring / AFP

E. Pérez de Rozas

E. Pérez de Rozas

V aya, ya te digo, desde que yo gané, el año pasado, en Barcelona, esto se ha convertido en una auténtica locura. Me explico, durante un montón de años, muchos, muchos, cuatro pilotos nos repartimos las victorias o el 90% de ellas de las 350 carreras que hicimos. Y, de pronto, cuando yo gano en Montmeló, va y empiezan a ganar todos o muchos. Ganaron Jack Miller, Andrea Iannone, Cal Crutchlow, Maverick Viñales y hoy, por poco, Jonas Folger, que lleva ocho carreras en MotoGP, por poco se la lía a Márquez”.

El grandioso, el inmenso, el eterno, el ‘monstruo’ Valentino Rossi encontró ayer, en Sachsenring (Alemania), una maravillosa y espectacular explicación a lo que está ocurriendo en el Mundial de MotoGP. Sí, sí, ya sé que buena parte de ustedes lo que quieren (hasta mi director me mira de reojo cuando escribo de otra cosa que no sea Barça, Barça, Barça) es saber lo que no sé yo. Qué piensa hacer Robert Fernández, que sigue sin invitarme al café que me prometió, como si yo fuese capaz de sacarle lo que no le saca, me temo, ni el mismísimo 

Ernesto Valverde. Bueno, sí, el ‘Txingurri’, sí sabrá lo que se está cociendo en los despachos del Camp Nou. Bueno, pues eso, como no sé qué está pasando en la casa grande, déjenme que les diga que lo que debería hacer el Barça es contratar a Marc Márquez Alentá, que, además, de dar una imagen buenísima, tremenda, bestial del Barça allí donde corre, se ha convertido ya (bueno, en realidad, lleva muchos años habiéndolo ya conseguido) en uno de los más grandes pilotos de la historia del motociclismo. Y no solo, no, porque fue el campeón más joven de la historia, sino porque también ha sido el tricampeón más precoz y, tras su espectacular triunfo en Alemania ayer, dejando atrás a todos, todos, todos, los ‘magníficos’, empieza a oler al más joven tetracampeón de todos los tiempos.

Márquez, que llegaba a Alemania habiendo ganado los siete últimos años en 125 cc (1), Moto2 (2) y MotoGP (4), además de haber conseguido, también esos años, arrancar desde la ‘pole position’ (lo nunca hecho antes por nadie), superó ayer las siete victorias de Casey Stoner en Phillip Island (Australia) y las seis del propio Rossi en Mugello (Italia).

Así como la Liga hace ya tiempo que empieza a ser habitualmente (bueno, como antes lo eran las victorias de MotoGP) cosa de pocos, de dos, de Real Madrid y Barça, el Mundial de MotoGP se ha convertido, tal y como ha reconocido el ‘Doctor’, en una auténtica lotería donde, en estos momentos, hay tres pilotos metidos en un puño (solo 6 puntos), a saber Marc Márquez, Maverick Viñales, a quien muchos, tras ganar las primeras dos carreras (Catar y Argentina), ya habían convertido en campeón, y Andrea Dovizioso, el veterano de Ducati. Pero es que Rossi está a solo 10 puntos de Márquez. Pero es que Dani Pedrosa está a solo 26 puntos de MM-93.

Cuando el Mundial se va de vacaciones, hoy mismo, cuando restan aún  nueve grandes premios, es decir, 225 puntos, nadie sabe qué va a ocurrir, pero todos, todos, temen, especialmente, a Márquez. ¿Por qué?, por una sencilla razón. El Marc Márquez que aterrizó en MotoGP, en 2013, era impetuoso, veloz, todo coraje. El Marc Márquez actual es silencioso, calculador, cerebral y se deja aconsejar. Solo aprieta cuando debe, cuando ve que puede ganar. Por eso, ahora que es el nuevo líder, le temen más.