El Madrid como antídoto

El Madrid pinchó en Mestalla

El Madrid pinchó en Mestalla / AFP

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Miren por donde, el Madrid puede ser el mejor antídoto al estado de depresión en el que se ha sumido el Barça después del 4-0 de París y la agónica victoria ante el Leganés. Nada ha cambiado en el equipo de Luis Enrique desde el domingo, pero ahora el barcelonismo ya ve el vaso medio lleno en vez de medio vacío. Lo del Barça y el Madrid está tan relacionado, que cuando uno gana y el otro pierde, la  victoria del primero vale por dos. Y al revés, para el que pierde el mazazo es doble. Y cuando los dos no andan finos, como es el caso, el último que entra en crisis alivia la del que lo estaba. Pero insisto, nada ha cambiado en el bajón de juego del Barça, en la dudas sobre su estilo de juego, el estado de forma de algunos titulares y la pobre aportación de los nuevos fichajes. Lo que sí ha cambiado, y muchísimo, es la situación de la Liga, donde el Barça sigue estando a un punto, pero el Madrid ya no se le pondrá a siete gracias a sus dos partidos pendientes. Su ventaja ha mermado considerablemente y, ¡cuidado!, que tratándose eso de un estado de ánimo, ahora el Barça tiene serias posibilidades de ponerse líder, virtual, pero líder visual en la clasificación, que es lo que más daño hace al rival, este mismo domingo. Sí, ya sé los de Luis Enrique visitan al Atlético en el Calderón, pero es que los de Zidane tienen una prueba de fuego realmente difícil en el campo del Villarreal... Y con la derrota de Valencia tan reciente, no es descartable que noten la presión en sus piernas. Así que la Liga sigue viva para el Barça y con este subidón post-Mestalla la confianza de sus jugadores también subirá. 

SORPASSO Y ¿REMONTADA? Otra cosa, claro, es la Champions. Ahí, de momento, no tiene nada que ver el Madrid. Para remontar los cuatro goles al PSG no vale el pinchazo de los blancos ni su estado de ánimo. Si acaso, podemos ilusionarnos con que ver más de cerca la Liga libere a los jugadores de la angustia de tener dos espadas de Damocles sobre su cabeza, al posible doble fracaso de perder Liga y Champions me refiero, y que ello quite plomo de las piernas a los hombres de Luis Enrique de cara al partido más importante de la temporada, que es el del Camp Nou ante el PSG. Ahora mismo es solo un subidón, pero no nos engañemos, no hay nada mejor para que el barcelonismo levante su estado de ánimo, que un batacazo del Madrid. Y sí, el Barça tiene sus problemas, pero los del Madrid no son menores. Lleva tiempo sin entusiasmar a nadie, ganando con dificultades al colista Osasuna, superando con un aprobadito raspado a un Espanyol que no pasó del centro del campo, sin la chispa de sus cracks, que son incapaces de superar situaciones adversas, con una defensa que no defiende como antes.El Madrid no transmite buenas sensaciones, perder en Valencia, donde el Eibar ganó 0-4 hace dos semanas, es un fracaso de los que pueden dejar secuelas. Así que no descartemos un sorpasso el domingo y entonces sí que todos creeremos más en la remontada europea. Y no olvidemos que una remontada como esta es más una cuestión de fe y de ánimo que de fútbol.

Ya pensamos cuánto tiempo tardará el equipo culé en recuperarse cuando no juegue allí. La sensación que tengo es que cuando él no pisa el cesped falta algo. Falta una camiseta. Aunque lo reemplace un excelente futbolista. La ausencia de Messi en el Barcelona en el futuro será muy dolorosa. Han pasado grandes jugadores. Pero él dejará una huella increíble. Es uno de los partícipes de la historia más brillante del Barcelona con un liderazgo y un talento que pocas veces se ven en el fútbol. Eso ya le pertenece a Messi. Ahora deberá buscar ser feliz, que no es tan sencillo.