Y va Luis Enrique y deja a Aleix Vidal en Barcelona

Aleix Vidal se queda fuera de la convocatoria

Aleix Vidal se queda fuera de la convocatoria / sport

E. Pérez de Rozas

E. Pérez de Rozas

Cada uno sabe de lo suyo. Mucho, bastante, poco o nada. Pero cada uno se defiende, crea su propio libro de estilo y tira ‘palante’ con su manual de comportamiento, personal, familiar, profesional. Es evidente que, tal y como le ha ido en la vida (triunfos, éxito, riqueza, comodidad….), Luis Enrique es de los profesionales del fútbol que, a su manera, ha salido adelante, se ha labrado un presente y, posiblemente, un futuro brillante y nadie le podrá discutir su abecedario, las maneras que tiene de comportarse, de actuar, dentro y fuera del vestuario. Pero resulta poco entendible ¿verdad? que, después del via crucis que ha vivido (no sé quién, la verdad, se lo ha hecho vivir a quién, es decir, el ‘míster’ asturiano a su pupilo o el lateral a su entrenador) y tras su buena actuación, cierto, los alemanes no eran gran cosa y el partido no significaba demasiado, ahora, llegado el momento de premiar de verdad a Aleix Vidal, el chico se quede en Barcelona.

Yo flipo con esta decisión de Luis Enrique respecto a Aleix Vidal. Flipo. Es posible que Aleix, el eterno lateral derecho azulgrana que no acaba, o sí, de despegar, tenga que volver a consolarse con su esposa y su suegra como reconoció, el pasado martes, en la zona mixta del Camp Nou. Es posible que aquello que dijo después de salir a flote en el partido de Champions frente al Borussia Monchengladbach (“a veces, la prensa hacéis las cosas más difíciles de lo que son”) le haga reflexionar sobre la personalidad, estilo, carácter y manual de comportamiento de su entrenador. Es posible que quien creía haber intuido la luz al final del túnel vuelva a creer que “es imposible pasarlo bien cuando ves que trabajando no te llega el premio”. Parece evidente que aquella frase de Lucho (“cuantos más se suban al carro, mejor”) iba, tal vez, para André Gomes y/o Arda Turán, las otras estrellas de la noche europea, pero no con Vidal, que anoche se quedó en Barcelona y no viajó a Pamplona, donde hoy el Barça visita El Sadar frente a un Osasuna más necesitado, si cabe, que el propio equipo culé.