La lucha y la sonrisa de Bradley

Una imagen que ha dado la vuelta al mundo y que es todo un ejemplo

Una imagen que ha dado la vuelta al mundo y que es todo un ejemplo / AFP

Javier Rodríguez Marzo

Javier Rodríguez Marzo

Soy uno de esos muchos, miles, y ojalá que fueran millones,  de corazones atrapados por la lucha y la sonrisa de Bradley Lowery, ese niño inglés de seis años que lleva desde los 18 meses plantándole cara a un neuroblastoma, un devastador cáncer que se ceba en los más pequeños.

Bradley le ganó el primer partido pero la maligna enfermedad regresó hace casi un año para completar una crueldad inimaginable e imposible de describir con palabras. Su mamá anunció a finales de mayo que Bradley estaba empezando a jugar la última prórroga de su corta vida. “Nos han dicho que le quedan semanas”, anunció desesperada vía un Twitter en el que algunos le dieron por muerto antes de tiempo...  

Pero Bradley seguía y sigue luchando. Como un campeón. Hincha del modesto Sunderland, su caso llamó la atención de los jugadores de su equipo. Fueron a verlo a la clínica y su ídolo, el internacional Jermaine Defoe, protagonizó una de las más bellas páginas de la historia del fútbol. No hay ni habrá imagen más potente sobre los valores del deporte que ese Bradley dormido y recostado en el pecho de su delantero favorito.

Un ejemplo que nadie debe olvidar. El del crack sensible y el del niño inocente que siempre, siempre, nos indica cuál es el camino: luchar, sonreír, luchar, sonreír... Gracias Brad.