EN LA ORILLA

Las lesiones han lastrado a Muniesa

Martí Perarnau

El 23 de mayo de 2009, Marc Muniesa saltaba al césped del Camp Nou con la apabullante ilusión de los 17 años recién cumplidos. Su debut con el primer equipo era sonado. Había llegado al Barça con diez años recién cumplidos, incorporándose al Alevín B, procedente de la Penya Barcelonista de Lloret. Era precoz y personificaba el talento defensivo. Internacional en todas las categorías posibles, Marc defendía, atacaba, combinada, disparaba y se multiplicaba en el campo. Rápido de piernas y mente, Muniesa era la joya de la corona. En marzo de 2008 se rompió la rodilla y ni siquiera pudo ser operado porque no había completado el crecimiento. Aquella recuperación se prolongó un año completo y, como premio tras semejante sufrimiento, Guardiola le hizo debutar ante Osasuna aquel 23 de mayo. Con el dorsal 46 a la espalda, Muniesa disputó únicamente 24 minutos a causa de una expulsión. Terco, Guardiola le compensó sentándole en el banquillo de Roma, para la final de Champions frente al Manchester United.

Cuatro años después, han cambiado bastantes cosas en Can Barça, algunas referidas a las formas. Marc Muniesa no ha confirmado sus promesas juveniles, básicamente porque ha acumulado una sucesión dramática de lesiones graves, y está a un paso del adiós, esperando la llamada que confirme el cese de su trayecto blaugrana tras once temporadas en el club. Desde el punto de vista deportivo no sucede nada distinto a mil casos anteriores: grandes promesas con serias dificultades para consolidarse en la élite, sea por rendimiento, sea por lesiones como en el que nos ocupa. Apenas un 10 % de quienes inician el camino de La Masia al Camp Nou se consolidan en el primer equipo.

Si escribimos de ello no es por ser rara avis, sino por esas otras cosas que han ido cambiando en el Barça, tómese a Eric Abidal como ejemplo. Explicaba siempre Alexanko que no se puede decir adiós a ningún chaval de la cantera sin antes llamar a sus padres, reunirlos a todos, mirarles a los ojos y decirles la verdad.