Intensidad y cabeza fría para sembrar dudas en el PSG

Luis Enrique, junto a Unzué, en el banquillo

Luis Enrique, junto a Unzué, en el banquillo / EFE

Pichi Alonso

Pichi Alonso

Arriesgar sin suicidarse. Un precepto fundamental a aplicar desde el minuto 1. Bajo ningún concepto debe confundirse la presión y la intensidad con la sobreexcitación. Un riesgo desmedido puede llevar directamente al suicidio frente a un equipo que maneja el contragolpe a la perfección. Con el manejo del tiempo bajo control, los de Luis Enrique tienen otro motivo para creer en la remontada: el partido llega en el mejor momento del equipo. El 3-4-3 ha permitido crecer a jugadores como Messi, Neymar, Busquets e incluso Rakitic. Un reto histórico para un equipo único.

Cuidado con los contragolpes. El Barça ya sufrió en sus carnes la velocidad del PSG en sus contras. Jugadores como Cavani, Lucas, Di María o Draxler son letales cuando tienen metros por delante. Otro dato a tener en cuenta: Emery demostró conocer a la perfección al conjunto de Luis Enrique. Demasiados enfrentamientos directos en los últimos años para buscar elementos sorpresa. Y un factor que es una pequeña incógnita. ¿Cómo se manejará el PSG bajo la presión? ¿Qué respuesta puede ofrecer si el Barça abre el marcador con prontitud? Dudas que el Barça debe intentar rentabilizar frente a un conjunto que parte con presión. El 4-0 de la ida es una ventaja descomunal pero que también debe administrarse en momentos críticos. Y el PSG aún no lo ha demostrado.