Lo importante no es participar

Leo Messi

Leo Messi / EFE

Risto Mejide

Risto Mejide

El psicólogo norteamericano Frederick Herzberg se hizo mundialmente conocido en el mundo del management por desarrollar la Teoría de los dos Factores, según la cual, existen dos grupos de factores que motivan la satisfacción o la insatisfacción de los individuos en entornos de trabajo. El primer grupo son los factores higiénicos o extrínsecos, que son aquellos que no motivan al individuo si están presentes, pero sí le acaban desmotivando si no están. Entre ellos se encuentran el salario, las relaciones con los compañeros, el crecimiento o la consolidación. Vienen de fuera, y duran poco. En el segundo grupo se encuentran los factores motivacionales o intrínsecos, que son aquellos que sí motivan al individuo cuando están presentes en su entorno laboral.

La independencia, los logros, el reconocimiento, la responsabilidad o la promoción, factores mucho más ligados a la autorrealización y al desarrollo personal. Vienen de dentro, y son eternos. Que nadie se confunda. Para la plantilla del Barça, una prima por ganar la Champions es tan sólo un factor higiénico. Motivación extrínseca, y por tanto perecedera. Además, no les va de ahí. Por eso me hace gracia cuando hay gente que se queja del rendimiento deportivo de los nuestros relacionándolo con sus sueldos, como si cobrar esas cifras astronómicas les tuviese que subir el ánimo y hacerles jugar mejor. Eso nos funcionaría a ti y a mí si de pronto tuviéramos sus ingresos. Pero la psicología nos dice que sólo durante unas semanas. Inmediatamente después, buscaríamos un incentivo intrínseco, algo que nos hiciera desear el triunfo más allá del dinero, o caeríamos indefectiblemente en la apatía, en la desmotivación. 

Otro gurú del management, Henry Mintzberg, asegura que los bonus salariales son los que acaban destruyendo las compañías. Espero que no tenga razón, pues la última vez que lo miré, todavía éramos el segundo club del mundo en masa salarial, tan sólo superado por el Manchester United. Una masa salarial que el mismísimo presidente del club llegó a tachar de “preocupante”. Una masa salarial difícil de bajar, sobre todo cuando pretendes retener a los mejores del mundo, continuamente tentados por terceros a golpe de nueve cifras. Incluso en ese caso, fíjate en Mourinho, cuando intenta llevarse a Neymar Jr. no sólo le cubre de oro. Le cuenta que para llegar a ser el número uno, es necesario alejarlo de Messi. Factor higiénico versus motivante.

No es el cuánto, es el porqué. Por eso, alegrarse de que pierda el Madrid en Mestalla no es madriditis, sino factor motivador. De pronto, la Liga se pone a tiro otra vez. Un nuevo logro a la vista. Ahí sí que existen incentivos para esforzarse. Ahora es más necesaria que nunca esa actitud, sobre todo cuando nos quedan campos tan difíciles como el Calderón, Riazor o el Bernabéu. En el otro extremo está mi hijo de 7 años, que ni ha leído a Herzberg ni falta que le hace. El otro día, con cara muy seria, me dijo: “Papi, no es verdad que lo importante sea participar”. Yo, temiéndome lo que se avecinaba, le pregunté: “Ah, ¿no?”. Y sentenció: “No, es ganar. Porque si no ganas, te vas a tu casa. Pero si ganas, participas más”. Ahora es cuando deseo que el próximo 8 de marzo el Barça tome nota de mi hijo y pase de Herzberg.