El gustazo de ponerse líderes en el noventayramos

Messi, pugnando un balón con Ramos

Messi, pugnando un balón con Ramos / sport

Xavier Ortuño

Xavier Ortuño

La Liga estaba muy cuesta arriba antes del partido en el Bernabéu. El Barça se había complicado la vida perdiendo en Málaga y dejando que un empate del Real Madrid ante el Atlético le sirviera como un ticket dorado para la competición de la regularidad. Además el partido pendiente del equipo blanco ante el Celta daba un aire especial al equipo de Zidane.

El partido en el Bernabéu comenzó con un Barça que intentaba dar la cara y su juego tenía algo de sentido, además Messi estaba dispuesto a darlo todo. Pero encajó primero y con un gran desgaste consiguió remontar, el Barça veía que el signo de la Liga podía cambiar. Entonces todo se puso de cara para el Barça. Ramos expulsado, a la calle y además aplaudiendo, para más INRI. Pensar que Ramos podía desparecer durante tres partidos de la Liga y estar ganando en el Bernabéu era demasiado bonito. Messi ya llevaba un gol y había logrado dejar al rival con 10.

Cuando más cuesta abajo se ponía, llegó un jarro de agua fría en forma de gol de James que ponía otra vez la Liga en bandeja al Real Madrid. Aunque faltaba una carta final, la que haría que el Real Madrid probara su propia medicina. El partido llegó a la zona Cesarini y el mejor baluarte blanco para esos minutos, Sergio Ramos estaba expulsado. 

Pero el que más creyó durante todo el partido, el mejor del mundo, Leo Messi tomó el control del balón y se le puso entre ceja y ceja batir a Keylor Navas. Y justo en el minuto en el que el Real Madrid se había acostumbrado a celebrar títulos, en el noventayramos, ha visto como perdía el liderato de la Liga. Decidir partidos en el último suspiro en el Bernabéu ya no es coto privado del Real Madrid. 

Y además Leo Messi se ha quitado la camiseta y la ha enseñado a la grada del Bernabéu, por si no sabían que el mejor del mundo jugaba en el Barça. Que recuerden su nombre que quizás se acordarán de esta Liga.