El entrenador, el lateral y una suposición

Sergi Roberto será el falso extremo derecho

Sergi Roberto será el falso extremo derecho / sport

Jordi Costa

Jordi Costa

Han pasado dos meses desde que Luis Enrique anunció que lo deja al final de la temporada y seguimos sin saber quién será su sustituto. Por una parte, es elogiable la discreción con que trabajan los encargados de decidir el relevo, pero cuesta entender en qué afectaría a la marcha del equipo que se sepa quién será el próximo inquilino del banquillo, como tampoco afectó lo más mínimo que Luis Enrique hiciera pública su marcha; y es bastante desconcertante que Robert admita que está planificando la próxima temporada en base a las necesidades de la plantilla a la vez que asegura que no ha establecido contacto con ningún entrenador.

Más allá de saber si el próximo técnico será Valverde, Unzué o Blanc -quien sí ha sido sondeado, según contó ayer Catalunya Ràdio-, es inquietante la sospecha que todo el tiempo que han tenido Robert y compañía desde agosto -cuando Luis Enrique les advirtió que podía dejarlo- y sobre todo des de marzo -cuando la salida del asturiano se hizo definitiva- no haya servido para tomar una decisión firme. Si lo han hecho, me rindo antes sus condiciones interpretativas; si no, no se entiende con qué criterios perfilan la plantilla.

Un ejemplo: una de las escasas premisas que Robert ha reconocido en público es que busca un lateral derecho. La cuestión tiene sentido teniendo en cuenta que, a raíz de la salida de Alves, decidieron -con la bendición de Luis Enrique- que ya tenían cubierta la posición con Sergi Roberto y Aleix Vidal, aunque era evidente que el once titular se debilitaba. Pasado el curso, con Aleix habiéndose rehecho de su ostracismo antes de la lesión y con Sergi Roberto ofreciendo un buen rendimiento, no está tan claro que fichar un lateral derecho sea prioritario, o por lo menos no tanto como un centrocampista que sepa qué hacer con el balón cuando Iniesta no esté. Querer fichar un lateral derecho ahora implica dos opciones: o quieren devolver a Sergi Roberto al centro del campo -y, por tanto, a la suplencia- o cuentan que Aleix no va a continuar. 

Y esta decisión debería contar con el visto bueno de quien vaya a gestionar la plantilla. Igual que determinar si el repescado Deulofeu le gusta, o si Theo Hernández es mejor que Jordi Alba, o si le sirve alguno de los múltiples interiores que hay en la plantilla.

Por todo ello, me inclino a pensar que Robert ya sabe quién será el entrenador y quiero creer que también lo tiene apalabrado. De lo contrario, no sé si no entiendo nada o prefiero no entenderlo.