El 'Dragon Khan' de Albert Soler

Albert Soler

Albert Soler / Ignasi Paredes

Albert Masnou

Albert Masnou

Todo empezó con Toni Freixa. El entonces directivo del Barcelona se convirtió en una piedra en el zapato de Josep Maria Bartomeu quien, por estatutos, no podía echarle pese a ser retado pública y privadamente. Bartomeu se cargó de razones hasta las elecciones cuando decidió que los directivos pasaran a tener un papel secundario para dar todo el poder a los ejecutivos y “poder echarles cuando lo considerase oportuno”. No le volvería a pasar lo de Freixa.

Y así es como muchos directivos dieron un paso atrás mientras entraban ejecutivos en el club para ocupar cargos de responsabilidad, de mucha responsabilidad: Nacho Mestre asumió la dirección general y, al poco, dejó sus funciones a Òscar Grau, Zubizarreta dejó su puesto a Robert, los diferentes directores de comunicación… El caso más reciente, y uno de los más significativos, es el de Albert Soler que a los pocos meses de entrar en el club pasó a convertirse en el director de deportes profesionales, un cargo que le colocaba en el epicentro del club, en la sala de máquinas de la que dependían todos los secretarios técnicos, los entrenadores y los jugadores.

Tres años y medio después de su llegada, decidió dar un paso al lado en la sección de fútbol con un balance de 9 títulos de los 13 disputados. Este balance llega acompañado del 1 de 12 en la de baloncesto, 17 de 20 en la de balonmano y 11 de 16 en la de hockey. El cómputo global es positivo con una salvedad: el baloncesto.

En esta sección, viendo la decadencia que estaba viviendo, Bartomeu –aconsejado por Soler– decidió acabar con un modelo considerado caduco y darle la vuelta al calcetín. La transformación no fue fácil y varias críticas le señalaron directamente a él. Entonces, los directivos no aparecieron. Soler dio la cara y luego actuó al admitir los errores cometidos fichando a Nacho Rodríguez, de su máxima confianza en el pasado. El Palau recuperó la magia de antaño, para volver a ser el lugar de encuentro de los seguidores, satisfechos ahora sí con la plantilla configurada. Soler, que sí apareció cuando las cosas iban mal, prefiere disfrutar ahora del momento en un segundo término.

La crisis también llegó al fútbol en verano ante la mala planificación en materia de fichajes y las consecuencias del tsunami que supuso la marcha de Neymar. Un mes y medio después de concluir la ventana de fichajes, con la calma en el seno del vestuario y con Iniesta renovado, Soler decidió poner punto final a sus tareas en la sección de fútbol alegando “agotamiento” de estar en un ‘Dragon Khan’ como es vivir tan de cerca del vestuario y de la directiva, de quien “también le ha tocado pagar muchos errores cometidos por nosotros”, asegura un directivo que prefiere quedarse en el anonimato. “Cuando la pelota entra, nos gusta salir; cuando van mal...”, resume esta misma fuente.

En ninguna sección, Soler jamás fichó ni recomendó a jugadores sino su responsabilidad se limitaba a que la globalidad funcione en base a un modelo basado en la cantera dejando la elección de los fichajes a los responsables deportivos de cada área. Soler volvió a ser señalado este verano y él, como hizo con el baloncesto, prefirió primero dar la cara en una rueda de prensa con Robert y luego desaparecer cuando las cosas van bien. “Creo que tanto a él como a Raúl (Sanllehí) los van a echar de menos, de la misma manera que en el club se echa de menos a Zubizarreta. No es tan fácil este trabajo porque siempre estás en el ojo del huracán y hay muchas injerencias”, indica un empleado con una larga experiencia en el club. 

Soler abandona el fútbol ahora pero intensifica un nuevo capítulo dedicado exclusivamente a las otras secciones profesionales. Se va por la puerta grande porque jamás en el club hubo un ‘culpable’ de dejar a todos los equipos profesionales siendo líderes de sus respectivas competiciones nacionales. Nunca había pasado antes en la historia del club.

Ahora, Soler centrará en lidiar con los problemas de la Euroliga, la FIBA y la ACB, en la creación de una Liga Europea de balonmano, en activar más y mejor el proyecto ‘Masía 360’ que pretende implantar sistema educativo a través del deporte a todos los niños de la cantera y en el proyecto de las ciencias del deporte que engloba servicios médicos, alto rendimiento y tecnología, un BarçaLAB en toda regla. Bartomeu aceptó la semana pasada su marcha del área de fútbol porque si bien el modelo del Barcelona está basado en la cantera, el modelo ejecutivo se va cobrando sus víctimas, tal y como quería el propio presidente al asumir su mandato.