TEATRO DEL BUENO

Dos primeras partes malas

Vermaelen, Mathieu y una primera parte difícil

Vermaelen, Mathieu y una primera parte difícil / sport

CARLES SANS

A pesar de saber lo incómodo que es el Athletic de Ernesto Valverde, entrenador que según mi opinión se encuentra entre los tres mejores de España, la gran mayoría de los culés confiaba en que el equipo pasaría la eliminatoria. Lo que probablemente no esperaba es que los primeros 45 minutos nos sacaran los colores, y no los azulgrana, sino los del rubor del equipo superado en todas y cada una de las líneas del campo. 

La defensa del infranqueable Piqué se vio desarmada por el costado de Mathieu, que no daba una a derechas hasta el punto de que a la cuarta pelota perdida el publico se lo recriminó, y de un Vermaelen demasiado blando, que hizo que la zaga barcelonista no proporcionase la sensación de seguridad a la que nos tiene acostumbrados.

Lo peor de todo fue que después del gol visitante la presión del Athletic no cesaba y el Barça se quedó sin argumentos durante mucho tiempo. 

Visto lo visto en la primera parte de Málaga y la primera del miércoles presumo que, cuando este Barça se topa con un equipo con el antídoto que borra su juego, se queda bloqueado. Mientras la delantera clamaba a gritos que le pasaran el balón en largo, la defensa insistía una y otra vez  en arriesgar con tal de no perder el estilo acostumbrado. 

Afortunadamente, el precio de anular a este Barça es físicamente muy caro, y tanto el Málaga como el Athletic de la segunda parte ya no fueron los mismos, y al primer síntoma de flaqueza del contrario el Barça golpea sin piedad. Así fue cómo un equipo liderado por un Neymar brillante y bregador consiguió doblegar la voluntad de un Athletic desfondado, superado. A la que se marcó el gol del empate (obra de Luis Suárez)  los azulgrana volvieron a parecerse un poco a sí mismos, con su juego electrizante. 

Después de esta esperada victoria queda la incógnita de si esas dos primeras partes consecutivas de un Barça al albur del contrario, son ocasionales o si responden a un cierto agotamiento general del equipo. La respuesta, mañana en el Camp Nou.