Culés, no se rían del Real Madrid...

Casemiro se lamenta durante el Real Madrid-Real Betis; al fondo, Cristiano Ronaldo

Casemiro se lamenta durante el Real Madrid-Real Betis; al fondo, Cristiano Ronaldo / EFE

Toni Frieros

Toni Frieros

El mundo del fútbol, ciertamente, es digno de un profundo estudio sociológico. Es una pasión que se vive, en muchos casos, más con las vísceras que con la cabeza. Siempre me llamó la atención, por ejemplo, que el acérrimo seguidor de un club sea capaz de manifestase porque su equipo ha bajado de categoría, incluso llore, y no proteste por la ausencia de otros derechos fundamentales que sí afectan a su vida.

En fin, que no lo cambiaremos. Es algo inherente a la condición humana. Aún y así, me llamó poderosamente la atención la reacción de cientos de socios del Real Madrid, indignados con su equipo porque había perdido contra el Real Betis. Es increíble el volumen de sus quejas e indignación porque, que yo sepa, el Madrid es el vigente campeón de Liga, de la Champions League, de la Supercopa de Europa... y de la Supercopa de España, título conseguido después de darle al equipo de Valverde un baño de fútbol. Ahora que es el Barça quien le aventaja en siete puntos en la Liga, se olvidan los madridistas de todo lo conseguido por el equipo de Zidane. ¿Tan poco dura la felicidad? Yo me pregunto: ¿hay algún culé que no cambiaría ahora mismo que el Barça estuviera siete puntos por detrás del Real Madrid a cambio de haber ganado Liga, Champions y las dos Supercopas? Por lo tanto, no perdamos tan rápidamente la dimensión de las cosas porque cuando el Real Madrid se marchó en agosto del Camp Nou endosándole un 1-3 al conjunto azulgrana, los barcelonistas “treien foc pels queixals”.

Si hay algún culé que crea que el Real Madrid está muerto, que no resucitará, que no dará batalla, se equivoca gravemente. Disfruten del momento, por supuesto, pero no olviden que en septiembre no se ganan títulos. Mientras tanto, que el Barça no se salga del buen camino emprendido y siga trabajando para que esa ventaja no mengüe.