OPINIÓN EXPRÉS

Cuando el fútbol es arte

El fútbol vivió su máxima expresión en el FC Barcelona-Manchester City

Messi lideró el triunfo del Barça con sus tres goles

Messi lideró el triunfo del Barça con sus tres goles / sport

Carles Fité

Si somos muy básicos diremos que el fútbol es un deporte que se juega con un balón y dos porterías, 22 jugadores y dos equipos que tratan de marcar un gol más que su rival. Esta es la definición más amplia y genérica. Pero luego, si nos ponemos un poco más estrictos nos daremos cuenta que lo del Barça y el City es llevar a su máxima esencia esa base. Querer el balón siempre, mimarlo, sobarlo, repartirlo, compartirlo y con esa mentalidad intentar llegar a la portería contraria. Y para ello el portero debe ser el primero que también tenga esa idea en la cabeza. Hay pocos equipos con esta mentalidad pura.

Evidentemente eso puede hacer que el ritmo no sea continuado. Las ganas por tener el balón de los dos equipos les hace incómodos cuando no lo tienen. Pero ese estilo, ese planteamiento, esa filosofía, hace que este deporte se acerque al arte. A ello hay que sumarle la intensidad y la actitud de los protagonistas, imprescindibles para que la puesta en escena sea impecable. Y ante este escenario, son los detalles los que marcan las diferencias. Un error, un resbalón de Fernandinho fue suficiente para que un acierto, el regate y la definición de Messi hiciera subir el primer gol al marcador. Y otro error de Claudio Bravo diera superioridad numérica al Barça.

Se pueden ganar títulos como lo hizo el actual campeón de Champions, que también goleó en esta jornada de Champions con ese mismo juego simplón. Pero queriendo la posesión, teniendo ritmo de balón, combinando con rapidez y resolviendo con maestría las victorias también llegan y los títulos. Y los jugadores sonríen y son felices. Y son generosos dando asistencias o marcando goles. Es igual. A diferencia de la estrella del actual campeón de la Champions que solo es feliz si marca él.

Y el Barça en concreto demostró su madurez. Superó lesiones importantes en defensa. Antes del partido y durante el mismo. Sobre todo la de Piqué. Pero vimos a Messi ayudando en defensa, a Neymar sacrificarse y a Rakitic Busquets tapar todos los agujeros. Porque el fútbol elegante no está enfrentado con el sacrificio. Al contrario, se debe atacar con smoking y defender con el mono de trabajo. Ese es el secreto de este Barça al que hay que agradecer que haga el mejor juego del planeta. Y al City darle las gracias por intentarlo.