Credibilidad antes que descanso

Valverde se mostró cauto pese al 5-0 en el derbi

Valverde se mostró cauto pese al 5-0 en el derbi / AFP

Jordi Costa

Jordi Costa

Le preguntaron a Valverde, en la previa del lunes, sobre la conveniencia de dar descanso a los jugadores que habían encadenado compromisos de selecciones con el derbi y y que apuntaban a titulares contra la Juve. La cuestión se centraba en Iniesta -dosificado con Excel cartesiano por Luis Enrique- pero el Txingurri amplió el abanico a Busquets y Rakitic, por considerar que los centrocampistas sufren mayor desgaste. Sin embargo, ayer contó de salida con los tres. El asunto de las rotaciones es un dilema envenenado para el entrenador de turno: si abusa de los mismos futbolistas un partido tras otro, corre el peligro de fundirlos; si se excede en las rotaciones, al margen de enfadar a los artistas, será censurado a poco que se escape algún punto. De modo que Valverde, por lo menos de inicio, ha tirado de practicidad.

Con motivo de su récord de partidos en el banquillo del Athletic, concedió una entrevista en qué Valverde admitía que discutía a menudo con su preparador físico José Antonio Pozanco, porque este le recomendaba más rotaciones de las que el técnico acababa concediendo. El Txingurri, pues, se reconocía poco amante de las rotaciones, aunque se supone que ahora que dirige un equipo con 60 partidos en el calendario, deberá replanteárselo. Sin embargo, creo que Valverde ha hecho bien de poner toda la carne en el asador de entrada. Es probable que el sábado en Getafe la historia cambie, y entonces veremos si ante rivales en teoría asequibles es partidario de hacer muchos o pocos cambios a la vez. Pero ayer, igual que en el derbi del sábado, fue inteligente tirar del que podemos considerar su primer once tipo.

Después del desastre institucional del mercado de fichajes, hubiera generado mucha intranquilidad en el entorno barcelonista perder puntos en casa. Y el partido de ayer no era ni mucho menos definitivo para la suerte de la Champions, pero sí para demostrar a Europa, ante el subcampeón vigente, que el Barça sigue imponiendo respeto con o sin Neymar. Y, por supuesto, es indiscutiblemente bueno para la confianza interna arrancar con ventaja sobre el Madrid en la Liga y con una victoria continental de prestigio. Producto de la continuidad, el Barça no ha sido brillante en sus primeros compromisos, pero se ha mostrado como un equipo estable defensivamente y, por tanto, competitivo a la mínima que Messi se desencadena. Tiempo habrá para que el nuevo fondo de armario -Paulinho o Deulofeu- demuestre si la plantilla es más profunda.