CR7, Neymar, Griezmann y la posverdad

Antoine Griezmann y Cristiano Ronaldo tienen la pólvora mojada

Antoine Griezmann y Cristiano Ronaldo tienen la pólvora mojada / AFP

E. Pérez de Rozas

E. Pérez de Rozas

Tiene razón Ernesto Valverde, conocedor como pocos del paño que utilizamos los periodistas, único a la hora de adivinar de qué va el cotarro y buen conocedor, aunque lo disimule, de las entrañas del fútbol y de los medios de comunicación, que quince días de parón futbolístico dan para mucho y, sobre todo, para mucho ruido infundado e interesado. Coincido con él, aunque el ‘Txingurri’ también sabe, porque lo ha vivido allá donde ha estado, que, con más o menos acierto, con más o menos tuétano informativo, hay ruido que tiene algo de cierto. También es verdad que mucho de ese ruido es, tal y como ayer señaló el míster azulgrana con sabia intuición, para, finalmente, apuntarse el tanto de “yo ya lo anuncié” o “yo fui el primero en decirlo”.

         Tres grandes estrellas (bueno, cuatro, si contamos que Leo Messi aún no se ha hecho la foto) están acaparando estos días, semanas y meses la atención de todos y, por supuesto, no solo con la idea de que están descontentos donde están, o se llevan mal con los suyos, o no quieren a sus entrenadores, o son unos incomprendidos, o quieren más, y más, y más, sino porque se han convertido en material de primer orden para, de nuevo, el ‘traspaso del siglo’. Del siglo, por cierto, que acaba de comenzar.

Hablamos, cómo no, de Cristiano Ronaldo, Neymar Júnior y el dicharachero Antoine Griezmann, que hoy se juega, en el derbi del Wanda, buena parte de su presente y futuro, pues puede acabar siendo pitado por la hinchada colchonera, que empieza a estar bastante hartita de él y su escaso cariño por el club que lo ha lanzado al nivel de los otros, aunque, tal vez, todavía un peldaño por debajo. Pero si hablamos de ellos y de la posibilidad de que, en medio de tanto ruido, haya algo de posverdad, de ‘fake news’, tendremos que considerar que algo, o mucho, de verdad hay en esos tres follones.

Miremos a CR7. Todavía colea y no parece resuelta del todo aquella amenaza que lanzó, en verano, desde diarios portugueses asegurando que no se sentía querido en el Real Madrid y, sobre todo, en España, que es como decir el Real Madrid. Los medios de la capital taparon el asunto en cuanto pudieron y Florentino Pérez no quiso pronunciarse, pese a que dijo que el chaval estaba contento en Madrid. Y no lo está. Cristiano Ronaldo quiere más amor, quiere que lo mimen y quiere, sobre todo, que la ciudad, el club, el vestuario, su entrenador y presidente digan, públicamente, que es mejor que Leo Messi y que sin él, el Real Madrid no ganaría nada.

Y como no se lo dicen, como no ve a su entorno, o al entorno de la Casa Blanca, decidido a rendirle pleitesía le ha pedido a ‘Flo’ que le permita salir del Real Madrid. Y el presidente ha dicho que se puede ir, que traiga varias centenas de millones de euros (cierto, no su cláusula, que es de 1.000 millones), pero que solo saldrá del Real Madrid para irse a Catar, China o el ‘soccer’ norteamericano. El ‘ser superior’ le ha dicho a CR7 que no piensa venderlo a ningún equipo europeo. ‘Flo’ no quiere que CR7, vestido con otra camiseta, le levante alguna Champions. Así son las cosas y así se las hemos explicado.

Respecto a Neymar, no es un secreto que desde su llegada a París (como dice el sabio Cantona ¡enorme! ¿qué hace Neymar en el PSG si estaba en el Barça?), todo es un porro impresionante, no solo sus idas y venidas, ese jet privado que no para de despegar de Orly e ir, casi cada semana, a una fiesta de Londres, Milán o Barcelona, sino que se pelea con Cavani y sus colegas y, encima, deja de hablarse con su entrenador, Unai Emery, aunque él se pase la conferencia de prensa con Brasil llorando, diciendo que es mentira. No hay posverdad en el tema de Neymar. Papá acabará vendiéndoselo al Real Madrid (o al City, o al United), porque, dentro de nada, querrá otros 200 millones de euros de comisión.

Y, amigos, llegados a Griezmann, todos coincidiremos en que su comportamiento, también el pasado verano, con declaraciones insinuando (bueno, asegurando) que el Atlético se le ha quedado pequeño, indica, sin duda, que busca una venta. Ignoro si al Barça, pues hay quien piensa que a los azulgranas les sería más útil Coutinho, pero, desde luego, a algún grande europeo, fijo.

Hay exceso de ruido, sí, pero puntitos de verdad también, también, en el descontento (y meganegocios) que manejan CR7, Neymar y Griezmann.