De compras por París y Milán

Simeone sonríe cuando llega la Champions League

Con un empate en Inglaterra el Atleti estaría clasificado / AFP

E. Pérez de Rozas

E. Pérez de Rozas

Fiesta hasta el miércoles. Luis Enrique ha decidido que sus chicos, tras la faena protagonizada en el RCDE Stadium, regalitos de Jurado y Aarón incluidos, y tras el baño y masaje recuperador de ayer en la Ciudad Deportiva Joan Gamper, alquilen algún que otro jet privado y se vayan de compras dos días, lunes y martes, por esas ciudades europeas que tanto les molan, como París o Milán.

Y es que el Barça, lamentablemente, y como le dijo, en plan insulto y mofa, Carvajal a Suárez en el clásico “ala, a ver la Champions en el sofá de casa”. Los barcelonistas, dueños del fútbol, admirados por ello en la última década, tendrán que ver las tremendas semifinales de Champions desde casa o, tal vez, igual ni las miran para no tener remordimientos.

Lo cierto es que el Barça fue contundentemente eliminado de la Champions y aunque ha empezado a enderezar el rumbo con vistas a un buen final de temporada (hay esperanzas, aunque cada vez menos, en la Liga y queda la final de Copa), vivirá esta semana de espectador de dos grandes partidos, muy diferentes, por supuesto, pero pura miel futbolística. Eso, sin duda, después de darle vueltas a la suerte, a la tremenda suerte, que sigue poseyendo el Real Madrid de Zinedine Zidane, que llegó al banquillo blanco, no con una flor, sino con un auténtico jardín bajo el brazo.

Los merengues, que llevan sumados 17 puntos en los últimos 10 minutos ante Barça, Deportivo, Villarreal, Sporting y Valencia, volvieron a conseguir la victoria en los minutos finales, cosa que vivieron, al revés, en el clásico, cuando Sergi Roberto atravesó, como cuchillo en mantequilla, el centro del campo blanco, cedió a Gomes, que cedió a Alba para que Messi rematase al entonces líder, que dejó de serlo hasta que recupere la fecha perdida por el Mundialito. Es muy probable, sí, que el Real Madrid viva pendiente de estos arrebatos para conseguir los dos títulos que tiene a su alcance. Muy posible. Pero la lógica diría (¿lo lógica? ¿qué lógica? ¡estamos hablando de fútbol, señor!) que jugando así a fútbol no se pueden conseguir títulos, ya que la suerte, el achuchón, el ardor no siempre te acompaña. Al Madrid, sí; al Real, también; a Zidane, por supuesto; a Ramos, ya se ha visto; y a Marcelo, porque lo persigue.

Otra cosa es que, en lo que resta de temporada, ‘Zizou’ reflexione, que no ocurrirá, y haga una alineación más acorde con el rendimiento y los méritos de sus mejores futbolistas. O, mejor dicho, de los jugadores que en mejor forma estén. Pero el poder que Florentino Pérez, el presidente, tiene sobre todo lo que sucede en el club blanco impide a sus entrenadores (ya lo contó Carlo Ancelotti en su libro) hacer el once que tienen en la cabeza, debiendo confeccionar el que tiene en la mente el ‘ser superior’.

De cualquier forma, es evidente que, de nuevo, el pulso entre Real Madrid y Atlético vuelve a ser un enfrentamiento apasionante que, no solo tendrá pendiente a toda la plantilla azulgrana, sino al mundo entero. Dos maneras de entender el juego y, sobre todo, dos estilos de competir. Al fondo, cómo no, esa Champions que el Atlético lleva años, décadas, mereciéndose.