Es como jugar con uno menos

Esta recta final de Liga es como un partido en el que el rival te llega con superioridad en cada jugada, uno de esos en que con los cambios agotados se te lesiona un central. El Barça tiene por delante la opción de sumar nueve puntos en tres partidos, pero en frente el Real Madrid tiene cuatro oportunidades para sumar un total de 12 puntos. Así que por mucho que el Barça haga su trabajo, un temporal de lluvia y un partido aplazado colocado en una fecha que afecta muy directamente al desenlace liguero deja siempre al equipo de Zidane en superioridad, con un as bajo la manga, para superar cualquier presión.

Por si no fuera suficiente esa sensación de que el rival siempre puede más pese a que el resultado actual te sea favorable, el equipo blanco tiene en frente a un equipo que ya ha descendido, un Granada que no se juega nada, que nadie pone en duda que saldrá a jugar, que saltará al terreno de juego y se enfrentará 90 minutos al Real Madrid, pero jugándose tan poco es normal que las fuerzas duren poco.

En cambio, el Barça tiene que recibir a un rival que tiene opciones de luchar incluso por la Champions. Además, todo hacía pensar que el Real Madrid iba a afrontar el partido de este fin de semana teniendo que pensar en la Champions League, pero ni eso, el resultado de la ida hace que Zidane pueda preparar sin problemas el partido.

Este Barça ya ha demostrado que sabe salir de situaciones difíciles, ojalá esta sea otra más.