LA MIRILLA

No es el clásico, es lo que viene

El Barcelona debe asumir el clásico como un punto de salida, como lo fue Anoeta

El Barcelona debe asumir el clásico como un punto de salida, como lo fue Anoeta / JAVI FERRÁNDIZ

Albert Masnou

Albert Masnou

Los seis puntos de diferencia en la clasificación entre el Barcelona y el Madrid condicionan el planteamiento del partido para los dos entrenadores. Zidane firmaría el empate, Luis Enrique no.  Ambos, por su experiencia, saben que después del clásico hay un día después. Un encuentro de estas características atrae la atención de todo el mundo y uno puede llegar a tener la impresión que se trata de la final de la Liga. Quien gana se lleva el trofeo, dicen. Si es el Madrid se pone a 9 puntos y si es el Barça, el equipo azulgrana vuelve a estar allí. Sin embargo, por delante quedan 24 jornadas, que son 72 puntos. Casi nada. Este partido es importante pero sobre todo por la dinámica que van a coger los dos equipos a partir de ahora. El Barça debe asumir el clásico como un punto de salida, como lo fue Anoeta o como lo han sido otros encuentros a lo largo de la historia. Siempre hay un partido que acaba condicionando una temporada. Y no necesariamente por el resultado porque, por ejemplo, en Anoeta se perdió y se acabó ganando la Liga.

El gran reto del Barcelona para este encuentro es precisamente este, que sea un partido que permita cambiar la dinámica actual. El gran déficit del Barcelona no será perder este encuentro, si llegase el caso. El gran déficit será haber dejado escapar tantos puntos en el Camp Nou. Y enmendar este error debe ser el gran objetivo del equipo para lo que viene a partir de ahora. Sería ideal empezar con una victoria en el clásico pero una victoria sin más no sirve para nada. Debe tener una continuidad, debe ser solo el punto de arranque. El Madrid, que llega sin jugar de forma excepcional, no ha cometido errores y de ahí su privilegiada posición en la que llega a Barcelona. Esta es su ventaja.