Ceballos y la firmeza de los valores

Dani Ceballos está muy tentado por el proyecto del FC Barcelona

Dani Ceballos está muy tentado por el proyecto del FC Barcelona / EFE

Jordi Costa

Jordi Costa

Dani Ceballos es un magnífico futbolista. Ya lo era antes de la Euro sub-21 en la que -según parece- ha despertado el interés del Barça y el Real Madrid, no solo por la calidad y recorrido que ha apuntado en el Betis durante toda la temporada sino también por lo asequible de su cláusula de rescisión.

Teniendo en cuenta que el Barça tiene en nómina a siete posibles interiores, el interés por Ceballos -alimentado por Serra Ferrer y gestionado por Òscar Grau durante las negociaciones con el Betis por el traspaso de Tello- dibuja dos posibles escenarios: o no confían demasiado en poder traer a Verratti o, si quieren a ambos, no confían en la mayoría de interiores de los que dispone la plantilla. Y sería sorprendente, a la vista que André Gomes es intransferible, que a Rakitic y a Denis les han confirmado que siguen, y que Iniesta es Iniesta. Cabría una tercera opción que implicaría el miedo del Barça a repetir una cantada como la que cometió al no fichar a Marco Asensio. En cualquier caso, no hay duda: Ceballos sería un buen fichaje según la ecuación calidad-precio-edad.

Y digo sería porque no tendría ningún sentido que el centrocampista bético recalara en el Camp Nou. Probablemente pocos se acuerden de Sergi Guardiola, un delantero que el Barça B fichó y despidió en el margen de ocho horas tras descubrirle tuits insultando a Catalunya. De eso hace ya año y medio, pero supongo que no se nos habrá perdido la coherencia por el camino. Porque los tuits de Dani Ceballos son mucho peores: es cierto que los hay elogiando a Messi y al propio Barça cuando era la referencia del fútbol mundial, pero también los hay machistas e incluso haciendo apología de la violencia a raíz de una final de Copa en que el himno español fue silbado.

Estoy seguro de que Ceballos, como todos los buenos futbolistas, es listo, pero su huella digital delata su calado intelectual. Todos hemos sido adolescentes y cometido errores, pero no todos hemos proferido según qué atrocidades. Si el Barça no hubiera sacado a pasear los valores hasta el aburrimiento, quizás hoy se podría plantear una disculpa y pelillos a la mar, pero es obvio que con los precedentes del chico y del club, su fichaje no sería fácil de explicar. Tras la reunión de ayer entre el Betis y los representantes del jugador, Ceballos se dio dos semanas de margen antes de tomar una decisión. Tiempo para que el Barça gane el pulso al Madrid y, sobre todo,

para diseñar una limpieza de imagen sin precedentes.