Cambio, no cambio o recambio

Luis Enrique ya ha anunciado que no seguirá en el FC Barcelona la próxima temporada

Luis Enrique ya ha anunciado que no seguirá en el FC Barcelona la próxima temporada / EFE

Xavier Sardà

Xavier Sardà

En los compases de espera y en el recuerdo a Agustí Montal, andamos con los pros y contras del próximo entrenador del Barça. División de pareceres entre no cambiar, cambiar poco o recambiar lo justo. Quién sabe.

Josep.- Yo cuando he oído a los jugadores decir que les gusta mucho Unzué, ya me preocupo. Si sustituye a Luis Enrique porque es bueno, vale… qué sé yo… pero si es porque resulta lo más cómodo, no.

Carlos.- A veces no es cuestión de comodidad, sino más bien de eficacia.

Josep.- A ver, el vestuario siempre preferirá a uno conocido que a uno que acaba de llegar y cambia el método y cambia las maneras y patatín y patatán… Los chavales son conservadores, tú. Lo que no sé si este clima es el mejor para conseguir resultados. Aquí está la cosa.

Carlos.- Pero este razonamiento es aplicable al revés. Vamos, que tú crees que cualquier recién llegado lo hará mejor que los que ya están en la casa. No es una regla de oro. 

Josep.- O sea que, según tú, Unzué es mejor que cualquier entrenador que puedas fichar. Si te lo miras así… es que no se aguanta. Y yo no tengo nada contra él, que conste.

Carlos.- Y ¿A Valverde?... ¿Qué le ves Don crítico?

Josep.- Pues mira, Valverde como mínimo tiene esta cosa de romper un poco la continuidad… es que el Barça tiene una tendencia a la sustitución de entrenadores casi monárquica. Desde Cruyff no se ha tenido el valor del cambio rupturista. Yo hoy haría mejillones con picadillo, que tienen buena pinta.

Carlos.- Yo creo que hay que esperar y ver lo que pasa en un mes. De resultados y de juego, me refiero. No hay que precipitar la decisión. Lo que sí es cierto es que esto va entre la opción más conservadora y una nueva que tampoco sea traumática. Vale, mejillones y dos cañas. Por cierto, te recuerdo que tu Guardiola también fue una opción casolana.

Josep.- Eso sí, al que no hay que mosquear es a Messi. Vamos, que él tiene que jugar a gusto y estar tranquilo.

Carlos.- ¡Vaya!… ya te estás rajando. ¿No decías que a los jugadores no hay que ponérselo fácil? Solo imaginando un cambio, ya te agarra el canguelo con Messi. Menudo rupturista… ¡Que no me toquen al Lionel!… ¡Por favor señor entrenador nuevo, sea quien sea, trátemelo bien que el chaval es muy sensible!

Josep.- ¡Uiiii!... que gracia tienes! Solo digo que hay que ser buen entrenador y tener psicología con los jugadores. No es tan difícil.

Carlos.- Eso es lo que te digo… Tan importante es solucionar lo del mediocampo, como que el vestuario ande tranquilo. Y a lo mejor, con los de aquí es más fácil. Solo digo esto. Lo que pasa es que tú eres contradictorio y ‘emprenyador’ por definición.

Josep.- ¿Otra de mejillones?