Benedito, ¿temerario o inconsciente?

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Toni Frieros

Toni Frieros

En los últimos tiempos, dentro de la actualidad azulgrana, en ese espacio figurado y sin paredes que todos llamamos ‘entorno’, se ha instalado con cierta persistencia el nombre de Agustí Benedito. Viejo militante barcelonista, más por actividad que por edad, ha tenido la ocurrencia de anunciar una posible moción de censura a Josep Maria Bartomeu y su junta directiva en función de cómo vaya el ritmo de adhesiones vía internet. Una decisión que ideológicamente comparte Joan Laporta pero que, sin embargo, y a pesar de sus vehemente declaraciones anteriores, no apoya públicamente. Tampoco se ha adherido al plan Toni Freixa, que prefiere mantenerse al margen y ver cómo transcurren los acontecimientos.

Los tiempos y las circunstancias serán otras muy diferentes a las actuales, pero en la moción de 2008 contra Joan Laporta, el socio Oriol Giralt tuvo todo el apoyo de Sandro Rosell en la sombra y abiertamente de su gente más representativa, como Josep Maria Bartomeu, Javier Faus, etcétera... Ahí están las entrevistas para demostrarlo. Total, que Benedito se ha quedado más solo que la una en plena canícula y recibiendo una bofetada con la mano abierta del portavoz del FC Barcelona, Josep Vives. No seremos mal pensados y diremos que esperaba una pregunta ‘amiga y cocinada’, pero ya me dirán cómo se explica que Vives vaya a una conferencia de prensa con la fotocopia de esa factura que el FC Barcelona afirma que está impagada desde las elecciones de 2015. No hacía falta que Vives volviera a sacarlo a colación porque ya se encargó el club de filtrarlo el mismo día que Benedito presentó su propuesta de moción de censura. Pensaba que eso del juego sucio ya había pasado a mejor época, pero sigue vigente cuando a la autoridad competente le molesta que le reprueben.

Es posible que, como sostienen en el FC Barcelona, Agustí Benedito no tenga argumentos suficientemente sólidos para poner en marcha este ‘impeachment’ a la catalana, pero será por temeridad, por inconsciencia o porque realmente tiene fe en sus argumentos y convicciones, él demuestra con hechos lo que otros dicen y no hacen. Afirmar que este anuncio de moción la quiere poner en marcha por vanidad o promoción personal, como también se ha comentado, daría pie a meter dentro del mismo saco a la gran mayoría de presidentes. ¿Quién no busca notoriedad social? ¿Quién no la ha utilizado incluso como atalaya política?

A Benedito no se le puede discutir su barcelonismo ni su pasión por el club. Tampoco que tiene su público, su legión de fieles, que son miles. Detrás de ese aire de cierta suficiencia se esconde un hombre que, como suele decirse en catalán, ‘té cops amagats’. Es probable que nunca haga realidad su sueño de ser presidente del FC Barcelona, pero habrá que aplaudirle que lo haya intentado, incluso sabiendo que no tiene a favor al ‘establishment’. Ese que defiende sus prebendas por encima de todo, sin sonrojo alguno. Benedito está convencido de que pronto pasarán cosas muy importantes y delicadas en el club. No sé si bebe de buenas fuentes, si intoxica o si se refiere a un hipotético éxito de la moción de censura. En cualquier caso, pronto saldremos de dudas.