No basta con fichar, hay que ilusionar

Josep Maria Bartomeu, presidente del FC Barcelona

Josep Maria Bartomeu, presidente del FC Barcelona / joan monfort

Ernest Folch

Ernest Folch

El ciclo de fútbol no es tan diferente del ciclo de la vida. A cada nueva temporada, tras los éxitos y los desengaños, se renuevan las esperanzas. Valverde ya ha empezado a trabajar y él simboliza ahora la capacidad del Barça para encontrar nuevas motivaciones. Pero pensarse que con el entrenador por sí solo bastará con convencer al ‘soci’ sería, más que ingenuo, temerario. Porque Valverde se encuentra en sus primeras horas de trabajo un mercado en el que el Barça no alcanza de momento a encontrar la llave para abrirlo y en el que la sensación de bloqueo es cada vez más asfixiante. Verratti está hoy muy lejos, Bellerín parece inalcanzable e incluso un fichaje más secundario y aparentemente sencillo como el de Paulinho, un jugador que milita en la Liga china, no se ha podido materializar a la velocidad esperada. Cierto, vuelve Deulofeu y también Samper, pero no se ha confirmado todavía si están de paso para un traspaso o para quedarse.

El colapso afecta también al capítulo de bajas, donde solo se ha encontrado un billete de salida para Mathieu, pero se espera con expectación qué será capaz de recaudar el club que le permita comprar luego en mejores condiciones. La cuestión es que las dificultades que encuentra la entidad para fichar son un reflejo de las dificultades que tiene para generar ilusión. Porque es evidente que el Barça logrará en algún momento desbloquear el mercado y logrará materializar nuevas incorporaciones, pero ya no basta con contratar. El club, además, tiene que hacer soñar a su afición y esperanzarla para un nuevo curso lleno de retos muy complicados. Los culés exigen hoy recuperar la competitividad, la energía y la alegría de una plantilla que en los dos últimos años ha encallado en la Champions y ha evidenciado que necesitaba una sacudida. De momento el mercado se resiste, y se empieza a sentir el ‘tic-tac’ del reloj. Y no solo hay que contratar: hay que hacerlo bien. Fichar no es necesariamente sinónimo de ilusionar.