Bartomeu debe entrar en escena

Bartomeu intentó retener a Eric Garcia en el Barça

Bartomeu intentó retener a Eric Garcia en el Barça / EFE

Ernest Folch

Ernest Folch

El tiempo va corriendo y el Barça ve cada día más alto el muro del PSG. De todos los clubs europeos, el club francés es hoy el que exige quizás más pericia y jerarquía a la hora de intentar ficharle un jugador. Si encima el que va a pescar es el Barça, el equipo que les humilló con la famosa remontada, entonces la situación se vuelve extremadamente compleja. Y es que el PSG pregunta al Mónaco, llama al Manchester, se comunica con el City, pero castiga al Barça con un impenetrable silencio: el club blaugrana es hoy el demonio en París y hará falta algo más que la voluntad de Verratti para que Nasser Al Khelaifi empiece a dar algún indicio de mover ficha. Llegados a este punto, al Barça no le queda otra opción que poner en acción al presidente Bartomeu, y que coja las riendas de la operación.

El PSG puede menospreciar a todos los emisarios que quiera, pero por una pura cuestión de protocolo deberá atender una llamada o una visita del máximo mandatario blaugrana. En los últimos años, los ejecutivos han ido ganando peso en las negociaciones de contratos, algo bueno y saludable para el club, porque por suerte cada día quedan más lejos aquellos aquelarres en los que aparecían directivos del Barça negociando sobre jugadores de los que apenas ni conocían el nombre, solamente por la ilusión de salir en la foto. Ahora negocian bien o mal pero al menos negocian ejecutivos profesionales con la única misión de cerrar la operación.

Sin embargo, y solo en circunstancias excepcionales, el Barça debe usar también la baza institucional para desbloquear situaciones muy cerradas. A día de hoy Verratti ha agotado prácticamente su recorrido, después de que ayer le dijera a su propio entrenador que quiere irse. Ya solo le queda decir lo mismo pero en público, un amotinamiento que se sabría cómo empieza pero no cómo acabaría. Al jugador se le acaba el oxígeno y si no ve que el Barça se mueve con decisión puede arrojar la toalla. Bartomeu debe entrar en escena.