Bartomeu debe comparecer ya públicamente

Bartomeu debe comparecer

Bartomeu debe comparecer / sport

Ernest Folch

Ernest Folch

El Barça sigue empeñándose en complicarse la vida, en una sucesión de despropósitos cada vez más difíciles de justificar. El club entró en una combustión inesperada tras el empate en Villarreal, cuando los jugadores decidieron no ir a la gala de la FIFA, molestos por lo que consideraban una posición tibia de la entidad en el tema peludo de los arbitrajes. Luego Luis Enrique cerró filas con el club, aunque a costa de desmarcarse visiblemente de los jugadores, y cuando parecía que el incendio iba a sofocarse, el nuevo CEO Oscar Grau midió muy mal unas palabras sobre la renovación de Messi, el material más sensible del barcelonismo.

Las apelaciones al sentido común de Grau solo sirvieron para encrespar al vestuario del Barça, que lógicamente no entiende que pueda ponerse ningún tipo de límite al nuevo contrato de Leo, la asignatura pendiente más importante que tiene ahora esta junta directiva. Y aunque parezca mentira, Pere Gratacós se sumó a la fiesta con otras declaraciones totalmente evitables: por la mañana Luis Enrique afirmaba que los periodistas le sacábamos punta al tema y por la tarde Albert Soler destituía a Gratacós, aunque solo pacialmente, en un duro comunicado, destinado a atajar el incendio definitivamente.

La sucesión de absurdidades desde el domingo hasta hoy tienen una sola cosa en común: todas son internas y causadas desde dentro de la entidad, en un clásico ejercicio de autoboicot marca de la casa. Lo peor de estos fuegos artificiales es que sólo hacen más evidente que la renovación de Messi, la principal urgencia del Barça, está todavía sin resolver y, lo que es peor, con un ruido de fondo indeseado y que podría haberse evitado perfectamente. Llegados a este punto, la situación requiere de una comparecencia pública del presidente del Barça, del que no tenemos noticias desde hace demasiado tiempo.

Es conocido que Bartomeu es partidario de hablar poco y hablar lejos, en medios internacionales y que no le incomoden, pero queda claro el fracaso sonoro de esta estrategia: hoy el club necesita más que nunca un liderazgo cercano. Está bien explicar el Barça al mundo, siempre y cuando te oigan en Barcelona. Bartomeu debe comparecer ya públicamente, con luz y taquígrafos, fijar su posición (que todavía no conocemos) y enviar un mensaje de tranquilidad a Messi, que es lo mismo que decir a todos los socios y aficionados.