Bartomeu debe aclarar el futuro de Robert

Robert Fernández, en una imagen de archivo

Robert Fernández, en una imagen de archivo / Marc Casanovas

Tomàs Andreu

Tomàs Andreu

Justo cuando el Barça parece sumido en un mar de calma, lejos de las movidas deportivas e institucionales que le han acosado durante los últimos meses, justo ahora es un momento idóneo para solventar casos pendientes y sensibles de resolución. Nada mejor que la frialdad de los buenos resultados para despejar dudas, extraer conclusiones y ser valientes para adoptar medidas clave de cara al futuro. Líderes en solitario y con el Real Madrid a siete puntos en la tabla, mejor desenterrar los casos pendientes que no esconderlos y dejar que se pudran con el paso del tiempo.

Y todo esto viene a cuento de Robert Fernández. El actual secretario técnico finaliza contrato a final de temporada y no es un secreto que su nombre está asociado a hipotéticos cambios en el área deportiva.

Varios han sido los medios que han asegurado que Robert tiene las horas contadas. Un hecho que contrasta con los efusivos abrazos entre directivos y el propio Robert en el palco del Coliseum Alfonso Pérez tras el balsámico gol de Paulinho.

En un verano tan salpicado de incidentes, no parece justo evaluar a Robert solo en función del rendimiento de los Semedo, Paulinho... El trabajo global está ahí, con sus aciertos y sus errores. No es momento para quinielas y especulaciones, flaco favor para el club y su entorno.

Líderes y sin presión, se presenta una oportunidad excelsa para que Bartomeu y los responsables del área deportiva despejen una de las grandes dudas que planea en Can Barça: ¿Robert Fernández seguirá más allá de su actual contrato o bien ha llegado la hora de una buena sacudida en las oficinas del club? Tras el ascenso de Pep Segura a la figura de mánager, más de uno augura movimientos. Pues bien, acabemos con las especulaciones. El liderato deportivo lo aguanta casi todo.