El Barça C va tomando cuerpo

Ariedo Braida, Pep Segura y Robert Fernández, por este orden, en la grada del Mini durante un partido

Ariedo Braida, Pep Segura y Robert Fernández, por este orden, en la grada del Mini durante un partido / M. Casanovas

Albert Masnou

Albert Masnou

Que el Barça B esté en primera posición del grupo  3 con cinco puntos de ventaja con el segundo clasificado ha puesto en alerta a los gestores de la entidad azulgrana. El deseado ascenso, que persigue desde hace dos temporadas, es un paso necesario según los técnicos para que el salto del filial hasta el Camp Nou sea menos complicado. Sin embargo, todo tiene una cara B. Y es que con el ascenso, el salto complicado pasaría a ser del juvenil a Segunda A. Para evitar este hándicap, los gestores de la entidad están decididos a activar un plan que está guardado en el cajón pero con la buena marcha del filial obliga a desempolvarlo: la compra de una plaza en Segunda B. El club ya gestionó el pasado verano esta opción pero quedó en nada porque el filial, finalmente, no ascendió. El club baraja dos opciones: la compra, tal y como hemos dicho, o llegar a un acuerdo de vinculación con un equipo de Segunda B. Hay varios juagdores del juvenil A, reciente campeón de Liga, que están pendientes de conocer su futuro. Con ascenso a Segunda A y con equipo en Segunda B, podrían seguir; sin equipo C, deberían abandonar la entidad.