El Barça solo reflejó su superiorioridad con el partido roto

FC Barcelona, 4 - Villarreal, 1

FC Barcelona, 4 - Villarreal, 1 / Javi Ferrándiz, Valentí Enrich

Pichi Alonso

Pichi Alonso

Tacticismo y equilibrio. La goleada final no debe inducir a errores, y es que el Barça solo decantó el partido contra el Villarreal cuando los esquemas tácticos iniciales se fracturaron y las transiciones rápidas se apoderaron del encuentro. Ahí, el tridente volvió a imponer su ley en base a una pegada letal. No hay defensa que se les resista si disfrutan de metros y tiempo para maniobrar. Hasta ese momento... equilibrio patente sobre el terreno de juego y una cierta sensación de peligro en ambos marcos. A destacar en el primer tiempo una pequeña novedad aportada por Luis Enrique. La línea defensiva del Barça estuvo más adelantada que nunca, asumiendo riesgos importantes si no va bien acompasada con la presión alta. Todo un lujo que el Villarreal pudo aprovechar en más de una ocasión.

Neymar, por encima de todos. En cuanto a nombres propios del encuentro, en el primer tiempo, atención especial a Piqué y Umtiti. La pareja de centrales y su sentido de la anticipación fueron fundamentales para abortar diversas llegadas del Villarreal. Más allá de ambos jugadores, el nombre de Neymar destacó por encima del resto de sus compañeros. El brasileño y sus driblings ofrecieron todo un recital que contribuyó a deleitar a las gradas del Camp Nou, ávidos de la magia del crack. Aquí también quiero incidir en el trabajo de Ney en una segunda mitad en el que Luis Enrique se decantó por un dibujo táctico alternativo (4-4-2), con Luis Suárez y Messi arriba, Iniesta más metido por el centro y Neymar teniendo que abarcar muchos metros en toda la banda. Espectacular la aportación del brasileño en todos los sentidos.