El Barça pierde fuerza en Belgrado

El Barça cayó en Belgrado

El Barça cayó en Belgrado / EFE

Nacho Solozabal

Nacho Solozabal

LA EXIGENCIA DE LA EUROLIGA

Un toque de atención. Un inicio de temporada esperanzador del Barça hacia presuponer que todo iría rodado. El fiasco en Belgrado pone las cosas en su sitio, y debe hacer recapacitar a los blaugrana. En ningún caso, y sobre todo lejos del Palau, se puede iniciar un partido como lo hicieron ayer los hombres de Sito. La puesta en escena estuvo falta de agresividad y convicción. Pareció que el escenario los superaba y, por el contrario, los serbios, de la mano de Rochestie, se multiplicaban sobre la pista. Tan sólo Seraphin apareció antes del descanso. La imagen del Barça fue irreconocible durante gran parte del encuentro. Algo que acostumbra a pasar factura. No cabe duda de que ir siempre a remolque desgasta mucho. Demasiados errores defensivos y ofensivos para poder llegar en condiciones al final del partido. El Estrella Roja demostró que para ganar no hace falta ser mejor equipo.

UN EQUIPO EN CONSTRUCCIÓN

Hay que dar tiempo al equipo. Hay jugadores que aún necesitan asentarse y saber que se pide de ellos. Una de los aspectos positivos a destacar fue que el Barça, pese a un mal inicio, supo luchar hasta el final. Este carácter competitivo debe ser la base para lograr las mejoras colectivas. En general ningún jugador estuvo fino de manera continuada. De hecho en los primeros veinte minutos muchos estuvieron desaparecidos. No obstante, hombres como Heurtel, Tomic, Oriola o Hanga se multiplicaron en el tramo final del partido. Una reacción positiva que nos permite ser optimistas a poco que el grupo se vaya conociendo. Pero hay mucho trabajo por hacer. Por ejemplo, hay margen  de mejora en la posición de base. Pressey debe encontrar su sitio, y Heurtel ha de ser más constante. La Euroliga no da tregua. La semana que viene habrá jornada doble. Otro test para los blaugrana.