El Barça, otra vez 'més que un club'

Josep María Bartomeu, presidente del FC Barcelona

Josep María Bartomeu, presidente del FC Barcelona / Valentí Enrich

Ernest Folch

Ernest Folch

En un comunicado directo, valiente y nada ambiguo, el Barça expresó ayer una “condena” implícita a las detenciones que efectuó la Guardia Civil contra altos cargos de la Generalitat de Catalunya por organizar el referéndum del 1-O. El presidente Bartomeu y su junta directiva estuvieron ayer a la altura del momento grave que se vive en Catalunya y no escurrieron el bulto.

Porque al Barça no se le puede exigir, como se pretende tantas veces, que se pronuncie a favor o en contra de la independencia, al menos hasta que el referéndum no se celebre oficialmente, pero en cambio se le debe pedir que sea fiel a su historia y no se ponga de perfil ante las inquietudes de la sociedad en la que está enraizado. Al mismo tiempo, es indudable que debe respetar escrupulosamente “la pluralidad de su masa social”, como reconoció en su comunicado, y sus pronunciamientos no pueden ir más allá de lo que dijo ayer, a pesar de que se le presione constantemente y a veces de manera injusta para que se moje, quizás porque todo el mundo sabe que cualquier causa es más fuerte si tiene detrás la bandera blaugrana. Hoy es un buen día para recordar que el Barça es necesariamente un actor social y no puede hacer nada más que no sea avanzar con la sociedad catalana acompasadamente, como ha hecho siempre. De ahí que la posición del club respecto al referéndum, a favor de que la gente vote sin pronunciarse sobre el sentido del voto, es impecable y profundamente respetuosa, y refleja el sentir mayoritario de la sociedad. El comunicado molestó como era previsible a los que todavía no han entendido la diferencia elemental entre referéndum e independencia: periodistas presuntamente adultos acusaban ayer al club de estar del lado de los golpistas, y otras sandeces que no por muy repetidas van a ser ciertas. La posición del Barça es exactamente la misma que la que expresaron ayer centenares de asociaciones y entidades cívicas; es decir, una posición central y sobradamente conocida. Por algo es ‘més que un club’.