El Barça ofrece la primera alegría a los suyos

Ganar al último clasificado no le quita el más mínimo mérito a la victoria blaugrana. Después de ocho derrotas seguidas fuera de casa en la Euroliga, parecía imposible romper con el maleficio. El triunfo ante el Armani supone un alivio para todos y una buena inyección de moral de cara al futuro. Deja además un buen sabor de boca por la forma en la que se obtuvo. Buena mentalidad de los jugadores, capacidad para remontar los momentos de debilidad, y un juego alegre y hasta descarado que hizo que el marcador fuera muy abultado.

Parece que los hombres de Bartzokas se sienten obligados a cambiar la imagen del equipo. La agresividad que vimos en Milán era algo que se echaba en falta. A buen seguro que muchos dirán que nos conformamos con bien poco. Pueda que en circunstancias normales fuera así. Pero en el actual escenario todo lo que implique sumar se ha de celebrar a lo grande.

OBJETIVO:CONTINUIDAD

Tan sólo es un primer paso. Y el camino a recorrer es tortuoso. En estos momentos, mal que nos pese, no se le puede exigir al equipo objetivos ambiciosos. Es lo que hay. El Barça es aún un conjunto en formación debido a los resultados negativos que arrastra y el sinfín de lesionados que ha tenido, y tiene, en cartera. Por tanto, no tengo nada claro lo que nos puede deparar en los próximos días el equipo.

Ahora mismo me conformo con que los blaugrana vayan creciendo en juego y resultados, manteniendo una dinámica constante de esfuerzo y competitividad. Sin duda se agota el tiempo para aspirar a grandes retos, pero aún hay espacio para configurar un Barça reconocible y serio. Es evidente que recuperar los lesionados es imprescindible pero, sea como sea, la imagen de Milán debe tener continuidad. El tópico de ir partido a partido debe ser el lema del Barça.