Alves, la gran esperanza blaugrana

Alves sirvió dos asistencias de lujo para un Higuaín letal

Alves sirvió dos asistencias de lujo para un Higuaín letal / EFE

Javier Rodríguez Marzo

Javier Rodríguez Marzo

A más de uno en el Barça se le ha debido caer la cara de vergüenza viendo el Mónaco-Juventus. Especialmente y, sobre todo, por esas dos asistencias magistrales de Dani Alves a Higuaín.

La primera, de taconazo largo, digna del delantero más brillante y la segunda, menos espectacular pero igual de eficaz, del mejor centrador.  Dos delicias que colocan prácticamente a la Juve en la final de Cardiff y que retratan, dicho al más puro estilo Pedrerol, a los que le echaron del Barça.

¡Qué error! ¡Qué craso error! Ningunearon hasta el límite al mejor lateral derecho de la historia del Barça (pueden quitar "del Barça") y le dejaron marchar… ¡gratis!

Los muy ilusos se quedaron tan anchos. "La pasta que nos ahorramos", pensaron y encima fueron de sobradetes. No fichamos a ningún sustituto y que Luis Enrique se las apañe. Ya se inventará algo. Ese algo fue un pobre Sergi Roberto, que demasiado ha hecho con cumplir en una posición que nunca será la suya…

Ahora, después de haber sido eliminados por el nuevo equipo del culé Alves, al que, no lo olviden, el propio Messi calificó como su mejor socio en el campo, el brasileño simboliza la gran y única esperanza blaugrana para salvar la temporada.

Porque, que nadie se engañe: el año solo se salva si el Madrid no gana la duodécima. Y para eso hará falta que uno de los nuestros, el repudiado Alves, y uno de los suyos, el repudiado Higuaín, se asocien en Cardiff como esta noche en Mónaco.

Felicidades, Dani. Y a los otros, que se disculpen. Le deben eso y mucho más a los barcelonistas…