Alcácer valía cero y ahora vale por dos

Alcácer confirmó ante el Sevilla que puede ser importante para el equipo

Alcácer confirmó ante el Sevilla que puede ser importante para el equipo / EFE

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Excelente resultado para un juego no tan excelente, algo que ya es habitual esta temporada. Lo cierto es que el Barça no jugó como para golear, pero goleó. Como tampoco jugó como para no encajar, pero no encajó. Y en estas circunstancias hay que volver a loar la efectividad en la que se ha instalado el equipo de Valverde. Efectividad en el área rival y en el área propia, fruto de los rematadores, por un lado, y de, muy especialmente, un gran portero llamado Ter Stegen, por el otro. Ahora bien, que nadie piense que esto se debe a la suerte puntual o a momentos de acierto que tapan problemas de fondo. No, eso está muy trabajado, Valverde lo enfoca así, y la prueba es el milagro Alcácer, que hasta hace quince días valía cero y ahora vale por dos. Ya lo vimos ante el Sevilla en el Camp Nou, cuando el técnico sorprendió con Alcácer y, más aún, con la función que le encomendó, tapando la banda derecha en fase defensiva e incorporándose como delantero centro en el dibujo ofensivo. Aquello funcionó y Paco marcó dos goles. Pues bien, ayer repitió en Leganés y el resultado volvió a ser excelente. Dos remates suyos, rechazados por el portero, sirvieron para que Suárez se reencontrara con el gol. Insisto, no es suerte, es trabajo. Dos delanteros centros, más posibilidades de remate. O sea, más efectividad, que es de lo que se trata.

PAULINHO Y EL CENTRAL. Tampoco es suerte que los cambios que realiza Valverde durante los partidos casi siempre salgan bien. Lo de Paulinho es extraordinario. Ayer, otro gol. Buscándolo Messi, al que el entrenador del Leganés sometió a un inteligente marcaje (que no le llegue el balón, ordenó), lo encontró el brasileño, un tipo que sabe estar allí donde cae la pelota. Otra cosa es la gestión del central, para algunos no tendría que haber jugado uno de los dos titulares pero, ¿aseguraba eso que Umtiti o el propio Piqué no vieran la tarjeta amarilla? No, miren, el entrenador está para intentar ganar los tres puntos y como valen lo mismo los tres de ayer que los tres del Valencia, pues eso, que esos tres ya están en el bolsillo.