Garbiñe Muguruza se queda sola en Melbourne

Garbiñe Muguruza ha accedido a la tercera ronda del Open de Australia con una trabajada victoria sobre la estadounidense Samantha Crawford por 7-5 y 6-4 en una hora y 34 minutos de juego.

La hispano venezolana se ha quedado sola en Melbourne tras la eliminación de Carla Suárez, demasiado condicionada por sus problemas en el hombro derecho. También con molestias está compitiendo Garbiñe, que ha salido a la Rod Laver Arena con un vendaje en su muslo derecho para proteger el aductor, un problema que sufrió en Brisbane y del que se resintió en su debut en el primer Grand Slam de la temporada.

No ha sido un partido especialmente brillante de Muguruza, que, en algunas fases del partido parecía ir con el freno de mano puesto y en otras, no tenía muy claro el esquema de juego. Porque al otro lado de la red había una jugadora con un estilo muy similar al suyo.

Crawford, 162 del ranking mundial, cuenta con un buen servicio y golpes planos y potentes desde el fondo de la pista. Garbiñe entró en la batalla de la pegada pero necesitaba algo más para desbordar a la joven estadounidense que, tras remontar el 3-0 inicial (con dos 'breaks'), empezó a creer en la posibilidad de dar la sorpresa ante la número siete del mundo.

Muguruza sufría. Y tuvo que renunciar a su estilo habitual de juego. Arriesgar, sí, pero con juicio. No a lo loco, como hace Crawford a quien las lesiones, tras su etapa júnior (fue campeona del US Open en 2012), impidieron progresar con mayor rapidez en el circuito. Jugando con más margen de error, Garbiñe logró su propósito: luchar por un puesto en los octavos de final del Open de Australia.

Y allí la espera una jugadora con la que tiene cuentas pendientes. La letona Anastasija Sevastova, su verdugo en el último US Open. Otra pegadora aunque con más entidad que Crawford ya que es la actual número 33 del mundo.