Dan Evans, vestido para el éxito

Dan Evans está protagonizando uno de los cuentos de hadas de este Open de Australia. El tenista de Birmingham alcanzó sus primeros octavos de final de un Grand Slam apenas seis días después de disputar la primera final ATP de su carrera en Sydney a expensas del último superviviente australiano en el cuadro masculino, Bernard Tomic.

Pero lo que se está convirtiendo en la historia del torneo es que 'Evo' está compitiendo con ropa que compró él mismo. En diciembre supo que su sponsor, Nike, no le renovaría el contrato. 

Antes de empezar a jugar, se fue a una tienda (en este caso, de la competencia, Uniqlo), se compró 18 camisetas blancas de unos 15 euros cada una y algunos pantalones... se vistió para el éxito.

"Por ahora estoy contento con ellas", aseguró el antiguo 'chico malo' del tenis británico, "aunque una se encogió al lavarla y tuve que reponerla. Pero me quedan bien", dijo Evans, que ha empezado a recibir ofertas de algunas de las estrellas del deporte inglés, como el jugador de rugby Sam Burgess, quien, a través de las redes sociales, se ha ofrecido a enviarle algunas camisetas algo más coloridas para su próximo partido.

Dan, además, le demostró al padre de Bernard, el irascible John Tomic, que se equivocó con él en 2012 al decirle que no era lo suficientemente bueno como para entrenarse con su hijo.

Pues Bernie verá los octavos de final del Grand Slam que se disputa en su país por televisión mientras que Evans será uno de sus protagonistas, enfrentándose al francés Jo-Wilfried Tsonga.