NBA - En el corazón de los Cavaliers

Cavaliers-Golden State: Una final histórica con un anillo para el recuerdo

"Sacar lo mejor de uno mismo cuando estás entre la espada y la pared". Este es el mayor aprendizaje de este técnico de Badalona que nos explica en primera persona su experiencia en el camino al anillo de los Cavaliers, con los que trabaja desde 2009

Los Cavaliers, campeones de la NBA 2016

Los Cavaliers, campeones de la NBA 2016 / sport

JORDI FERNÁNDEZ (Entrenador)

Faltaba un partido para acabar la liga regular cuando volví a integrarme en la dinámica del equipo justo antes del Playoff tras acabar mi temporada en la NBA D-League con los Canton Charge. Hasta la fecha no habíamos tenido un momento muy bueno de juego. Habíamos perdido contra rivales aspirantes al anillo, cambio de entrenador... no fuimos consistentes como para hablar de conquistar el anillo. Sin embargo, tras el cierre de mercado y con algunas incorporaciones como Frye, el equipo realizó una especie de pretemporada previa al Playoff que sirvió para recuperar el mejor nivel físico de Irving, Love y un Lebron descansado. Llegaron frescos al momento clave y eso ha sido decisivo. Hemos hecho historia. Así lo sentimos en Cleveland. Y no es para menos.

Todos hablan de Golden State Warriors como un equipo de leyenda, y así lo avalan sus números, pero nadie contaba con que seríamos capaces de ganar 10 partido de Playoff consecutivas, plantarnos en la final con un 3-1 adverso y ser capaces de conquistar el anillo tras una actuación memorable en el quinto encuentro con Irving Lebron anotando 41 puntos cada uno. Sabíamos que levantar el 3-1 no sería fácil pero teníamos margen. Los jugadores estaban físicamente bien y el equipo asumió el discurso de ir partido a partido. “Si hay que tomar un avión de regreso a casa que sea para jugar el sexto”. Esa era la premisa. Pensábamos en sobrevivir, no en ganar la serie.

Tras el trascendetal quinto partido, Lebron Irving fueron los héroes pero el equipo y ellos estaban dispuestos a hacer lo que fuera necesario para ganar sea anotar, rebotear o defender. La sensación de estar cada vez más vivos nos hizo sacar una fuerza inimaginable. En momentos de máximo estrés, cuando estás contra la pared, sacas lo mejor de uno mismo y eso es lo que ocurrió. Jamás había vivido algo así de la manera en la que sucedió. Jugábamos contra el mejor equipo de la liga, un conjunto histórico... pero al final el mejor es el que gana el campeonato. De aquí a 30 años todavía se recordará lo que hemos conseguido por cómo y contra quién lo hemos logrado.

Durante el año habíamos tenido la sensación de que nos miraban por encima del hombro. Siempre parecía que teníamos algo que demostrar y eso nos ayudó a alcanzar nuestra mejor versión. Creían que no éramos lo suficientemente buenos y eso con jugadores como Lebron o Irving les hace explotar.  Han competido como bestias  y desde la pista la sensación que me queda es que estos dos equipazos han dado un clinic de competitividad con respeto. Lebron y Green tienen una buena relación, Irving y Curry también pero en la pista no hay amigos. Ellos quieren competir y ganar, no rehuyen el contacto jamás, pero se reconocen y admiran. Al final esto es un deporte para el gran público y no hay mejor lección que esa.  

EL CASO DE LEBRON

EL CASO DE LEBRON

Sobran las palabras. Lebron, además de un jugador superlativo, es una magnífica persona. Tiene unos valores excelentes y tiene mucho mérito lo que hace hecho viniendo de donde viene. Pone toda su alma en su trabajo. Insiste en mejorar su inteligencia táctica, en perfeccionar su cuerpo, siempre compite al máximo y es comunicativo con compañeros y staff.

Es un profesional de diez. Puntual, estricto y ejemplar. Eso es muy difícil de encontrar en una superestrella. Volvió a Cleveland para ganar un anillo y ha trabajado muchísimo para conseguirlo. Sus lágrimas tras la final no eran ficción. En las redes sociales percibe el cariño u odio de la gente y quiso demostrar que en su equipo, en su ciudad, para su gente, podía ganar un campeonato de la NBA. Y lo ha conseguido. Es algo increíble.