Ultimátum a Gasol

Pau Gasol vivió la segunda humillación consecutiva en el Staples Center y además ante su padre y su hermano pequeño Adrià. El primer `toque¿ serio de Mike D¿Antoni a Pau Gasol sobre su falta de sintonía con el nuevo planteamiento táctico, se lo dio hace unos días ante los Grizzlies de su hermano Marc donde no jugó ni un segundo del último cuarto.

Esta vez, fue peor. A seis minutos del final del partido ante Orlando, el técnico de los Lakers decidió que ya había tenido bastante paciencia con Pau y lo sentó para el resto del encuentro ante su afición y familia. Los Lakers aún ganaban por un punto (84-83) para acabar perdiendo de 10 (103-113).

Los 12 tiros libres fallados por Dwight Howard, claves para entender la derrota ante Orlando, pasaron desapercibidos, y todo el mundo volvió a señalar al español, empezando por el entrenador y su estrella, que no parecen dispuestos a darle mucho tiempo para que se adapte al nuevo sistema de juego, mucho más dinámico y veloz que con los técnicos precedentes.

D¿Antoni quiere exprimir el talento de Pau y añadirle más velocidad, pero el de Sant Boi no acaba de adaptarse. Castigo: banquillo y amenaza de acabar traspasado, a pesar de que tanto el técnico como Kobe Bryant sigan anunciando que cuentan con él. “Tiene que jugar como se le pide”, dijo un disgustado D¿Antoni.

“No existen palabras mágicas. Debe salir al campo y demostrar que puede. Ha logrado 11 puntos y siete rebotes, aunque necesitamos ser más dinámicos. Ahora mismo somos lentos y estamos fallando en nuestra capacidad atlética”.

Todo un dardo para el español, al que le cuesta seguir el ritmo vivaz que quiere imponer el entrenador. Aunque esta vez, también recibió un tirón de orejas de su amigo y gran estrella, Kobe Bryant, que ya está cansado de excusas y quiere que Pau se ponga las pilas ya.

“Tienes que ponerte de una vez los pantalones por los pies”, le advirtió a través de la prensa. “No puedes quejarte más y hay que ajustarse rápido a los nuevos sistemas. Puede que no juegue en el poste tanto como él quisiera, pero tiene que adaptarse”.

Un claro mensaje de Bryant, que también dejó entreveer que entendería si deciden traspasar al español. Mientras, Pau, no quiere entrar en batallas dialécticas ni entrar al trapo entre tantas provocaciones, cada vez más serias.

“Me sorprende no estar en la pista en los momentos determinantes, pero no permitiré que me irrite esta situación”, dijo. “El entrenador toma sus decisiones y yo debo respetarlas como jugador”.

Sus 19 millones de dólares de contrato para esta temporada y otros 19,3 para la próxima no facilitan su salida a otro equipo, pero los Lakers quizá no esperen demasiado a escuchar ofertas.

Los angelinos se han propuesto ganar el anillo esta temporada, con o sin Pau Gasol, y de momento, los resultados parecen abocar a alguna decisión drástica donde el de Sant Boi tiene todos los números para ser el protagonista.