Abrines madura junto a Westbrook

Abrines tiene clara su función en el equipo

Abrines tiene clara su función en el equipo / EFE

Adrián Pérez

Se marchó casi de imprevisto. Pese a que fue seleccionado en el draft de 2013 por Oklahoma City Thunder, pocos esperaban que cruzara el Atlántico tan pronto. Sobre todo porque en mayo de 2015 renovó con el FC Barcelona hasta 2019. Su situación fue similar a la de Tomas Satoransky, otro exazulgrana que emigró a EEUU este verano en busca de la gloria solo unos meses después de ampliar su vinculación con el club catalán. De momento, el checo vive a la sombra de John Wall, la gran estrella de los Wizards. Bien distinta es la situación del jugador de Mallorca. Aunque lo suyo le ha costado.  

En solo tres meses ha tenido tiempo de sentir la magia de la NBA y de lidiar permanentemente con la incomodidad del banquillo. Álex Abrines, tras una pretemporada ilusionante, empezó su andadura en la mejor liga de baloncesto del mundo contando con la confianza de Billy Donovan, el entrenador de Oklahoma.  Sin embargo, pronto cambió el panorama. Desde mediados de noviembre su presencia en el equipo disminuyó hasta el punto de quedarse sin jugar un solo minuto durante varios encuentros.

Esa situación se prolongó durante tres semanas. A mitad de diciembre varios componentes del juego exterior de los Thunder tuvieron problemas físicos y Abrines dispuso de más tiempo en pista. El mallorquín no falló, aprovechó la oportunidad y pese a que los compañeros que estaban lesionados han ido recuperándose, se ha ganado la confianza del entrenador y continúa gozando de mucho protagonismo. En el último mes juega más de 17 minutos por partido y anota ocho puntos por noche con un 45% de acierto en sus lanzamientos de tres puntos (31 de 68). Ese porcentaje le sitúa como el segundo mejor triplista de la competición, solo superado por el también exzaulgrana Joe Ingles (46%).

Especialista desde el triple

Su gran día fue en el cierre de 2016. El 31 de diciembre convirtió cuatro de los cinco triples que intentó contra Los Angeles Clippers y uno de ellos fue desde medio campo. La acción levantó a todo el Chesapeake Energy Arena de Oklahoma y a todos sus compañeros. Mientras, Russell Westbrook, que había asistido a Abrines, se marchaba al banquillo riendo y alucinando con la canasta de su compañero.

Su protagonismo actual se corresponde más con su posición en el escalón salarial. Abrines es el cuarto jugador mejor pagado de la plantilla con 6 millones de dólares para esta temporada. Si logra mantener el rendimiento de estas últimas semanas, continuará siendo clave en la rotación de Billy Donovan. Su rol dentro de la plantilla está claro: especialista en el triple. Debe recibir y lanzar siempre que pueda. Él mismo lo dijo: “Es mejor que te cambien por tirar y fallar que por no tirar”. Tiene la lección aprendida y de momento le funciona.