EL TRIPLE DE SOLOZABAL

La relajación siempre pasa una dura factura

Nacho Solozabal

Una derrota dolorosa que debe servir a los blaugrana para sacar conclusiones después de la pobre imagen que han ofrecido ante el Granca. Creo que muchos esperábamos a un Barça un poco a la expectativa después del partidazo ante el Madrid. Un teórico rival asequible y el evidente cansancio presagiaban una cierta relajación inicial culé. Pero la falta de actividad y una relajación inexplicable provocaron un desconcierto del Barça fuera de toda lógica en una final de la Supercopa. Los canarios estuvieron mucho más intensos y, sobre todo, demostraron tener una ambición muy superior a la de su rival. Algo que para Bartzokas y los suyos debería suponer un gran toque de atención, y una tremenda herida en su amor propio. No se puede subestimar a nadie y, mucho menos, echar por la borda tan alegremente todo lo bueno que se logró ante el Madrid en semifinales. Luces y sombras en el Barça.

UN RELEVO A RICE

El base blaugrana es el termómetro del equipo. Pero esta dependencia tiene su hándicap. Si Rice no está fino, el equipo pierde fuelle. Sus rivales, conscientes de su debilidad defensiva, le atacan constantemente. Este desgaste le pasa factura, y hace evidente la falta de alternativa en esta posición. Sin duda la baja de Koponen agrava el problema, pero Bartzokas deberá mentalizar muy bien a los suyos para suplir una mala noche de su estrella. El resto de jugadores están obligados a dar un paso al frente. Frente al Granca, Rice estuvo desacertado, pero también desaparecieron piezas tan importantes como Tomic o Perperoglou. En general pocos se salvaron del desconcierto general, y tan sólo Claver se mantuvo sólido en todo momento. Una lástima que el Barça no haya sido capaz de hacerse con la Supercopa. Ahora las dudas volverán a estar presentes.