Volkswagen Golf GTD

Volkswagen Golf GTD, potencia racional para disfrutar en cada curva

Con idéntica estética y acabados que el GTi, la versión diesel de este compacto deportivo no defrauda lo más mínimo.

Volkswagen Golf GTD

El Golf GTD destila una imprnta deportiva como su hermano, el GTi. / sport

Germán Garcia

El Volkswagen Golf GTD es un vehículo compacto deportivo, concebido para disfrutar de la conducción al máximo, exprimir su elástico y potente motor y vivir grandes sensaciones en cada curva, no en vano las carreteras viradas son el mejor escenario para disfrutar de este deportivo. Pero el GTD es, además, un coche ideal para viajar, por su confort, buenos acabados y los niveles de consumo, muy contenidos. Es potencia racional para disfrutar en cada curva.

La versión diesel que Volkswagen ofrece del mítico GTi, el GTD, está disponible con un único motor diesel de 184 CV de potencia, por debajo de los 220 CV del Golf GTi, que puede llegar a los 230 con un paquete especial.

Sin embargo, las diferencias son más conceptuales que mecánicas. El GTi, lógicamente, es un poco más suave y explosivo gracias a su motor de gasolina y a que desarrolla más CV, pero el GTD no tiene nada que envidiarle, su potencia, aplomo, dinámica y la rapidez de su respuesta es altísima, al nivel de un buen deportivo.

El GTD está disponible con carrocería de tres y cinco puertas. En cada una también se puede elegir entre el cambio manual (31.370 y 31.990 euros del 3 y 5 puertas) o la transmisión automática de doble embrague DSG, de seis velocidades, que eleva el precio a los 33.210 euros para el 3 puertas, y 33.890 en el 5 puertas.

Una vez más insistimos en recomendar la versión automática, un cambio rápido, preciso y que puede manipularse desde las levas del volante o en modo manual, con la palanca. Su respuesta y rendimiento es excelente, mucho mejor que la de un cambio manual que pese a ser preciso y estar muy bien sincronizado, no puede competir con el DSG.

Pese a las elevadas prestaciones del motor diesel de 184 CV, el GTD no es un coche especialmente aspero ni rudo, sobre todo ya una vez puesto en materia y a velocidad de crucero. Quizá en carreteras viradas y con curvas lentas, el motor vibra ligeramente y es algo más ruidoso que el del GTi, aunque el sonido ronco del escape está realmente logrado, sobre todo  al subir y bajar marchas automáticamente.

Lo mejor del GTD, sin embargo, es que siendo un excelente deportivo, siendo un coche agresivo y capaz de darnos enormes satisfacciones en conducciones muy ‘racing’, es capaz de darnos una conducción tranquila, confortable y con un consumo que se sitúa por debajo de los cinco litros en cualquiera de sus cuatro variantes.