BRASIL-ALEMANIA

Alemania humilla a Brasil con una goleada histórica

Los germanos sometieron a los de Felipe Scolari al peor correctivo en una semifinal en la historia de los mundiales

Esther Blasco

El estadio de Mineirao revivió la versión moderna y más cruel del histórico Maracanazo. Sesenta y cuatro años después de que Uruguay humillara a Brasil en su propia casa, la selección alemana de Joachim Löw sometió a los de Felipe Scolari al peor correctivo en la semifinal de un Mundial.

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Semifinal Mundial de Brasil 2014

1
7
Alineaciones
Brasil
Julio César; Maicon, Dante, David Luiz, Marcelo; Luiz Gustavo, Fernandinho (Paulinho, 45'); Hulk (Ramires, 45'), Oscar, Bernard y Fred (William, 68')
Alemania
: Neuer; Lahm, Boateng, Hummels (Mertesacker, 45'), Höwedes; Khedira (Khedira, 76'), Schweinsteiger; Kroos, Özil, Müller y Klose (Schurrle, 58')

A Alemania le bastó media hora, en la primera mitad, para barrer a Brasil del partido. El juego combinativo y poder ofensivo de los germanos se convirtió en un cócktel peligroso ante las lagunas defensivas de los de Felipe Scolari.

La baja de Neymar había condicionado anímicamente a los brasileños en los días previos al encuentro, pero ni la ausencia del azulgrana ni la del líder de la defensa, Thiago Silva, no bastaron para justificar la mala imagen mostrada por los anfitriones.  

Pasarán décadas antes de que los brasileños superen la humillación a la que les sometió Alemania ante un estadio lleno hasta la bandera, que tras el descanso, y con el 0-5 ya en el marcador, se quedó casi en media entrada.

Los primeros minutos de Brasil no hacían presagiar la catástrofe. Impregnados por la impronta de sus dos jugadores ausentes, los brasileños arrancaron con intensidad y sometiendo a presión a Alemania. Sin embargo, los germanos siguieron a lo suyo, el toque, la velocidad de balón y la verticalidad.

Sin embargo, el primer síntoma de que Brasil no había preparado bien el partido no tardó en llegar. A los diez minutos de encuentro, Kroos picó un córner que llegó a los pies de Müller, libre de marca en la frontal del área pequeña, y que con una volea superó a Julio César para abrir el marcador.

El 0-1 descentró a los de Scolari, que no tuvieron tiempo para sobre ponerse y reaccionar. La desconcentración pasó factura, sobre todo cuando, pasado el minuto 20 de partido, el encuentro entró en los seis minutos más fatídicos de la historia reciente de Brasil.

En un abrir y cerrar de ojos, Klose (quien ya es el máximo goleador de la historia de los mundiales con 16 goles en 23 partidos), Kroos en dos ocasiones y Khedira pusieron el 0-5 en el marcador ante la incredulidad de los espectadores.

El tiki taka de Alemania en el interior del área brasileña fue letal. La defensa de la ‘verdeamarelha’, totalmente descolocada, y Julio César no podían hacer más que rezar, impotentes, para que la sangría cesara.

Pero aunque Alemania empezó a dosificarse, pensando ya en la final del domingo, la inercia marcó el rumbo del partido en la segunda parte. Con un Brasil que solo luchaba por salvar su honor con un gol, Neuer también tuvo sus minutos de gloria, protagonizando tres paradas dignas de mención.

Fue el único peligro capaz de generar Brasil, que para más inri tuvo que asistir a los macro rondos de Alemania sobre todo el terreno de juego ante la ovación de su propia afición.

Pero, por si una ‘manita’ no era suficiente humillación, Schurrle se sumó a la fiesta en la segunda parte. Salió al terreno de juego por el ya histórico Klose y firmó dos auténticos golazos. 

Justo cuando el marcador reflejaba el minuto 90, Oscar lograba el perseguido gol de un honor, que a esas alturas del partido ya era imposible de recuperar. Las lágrimas de los jugadores de Brasil al término del partido hablaban por sí solas. El partido frente a Alemania marcará un antes y un después en la historia del fútbol brasileño.