Mireia Belmonte no para: hoy nada en la Copa del Mundo de Moscú
Neus Yerro
Ritmo frenético para Mireia Belmonte. Deja atrás rápidamente el éxito en Budapest para centrarse en una nueva competición: la Copa del Mundo 2017. El lunes voló desde la capital húngara a Moscú donde, a partir de este martes, estará nadando de nuevo.
Se ha inscrito en la primera de las tres series de pruebas de esta competición que se disputa en piscina corta y que la llevará a la capital rusa, a Berlín (6-7 de agosto) y a Eindhoven (11-12 de agosto).
Belmonte, que no pudo participar los dos últimos años por problemas físicos, regresa a una competición apetitosa por sus premios en metálico (se bonifican victorias así como plusmarcas mundiales y si no, que se lo pregunten a la húngara Katinka Hosszu, quien en 2016 acumuló un total de 386.000 dólares). La nadadora catalana ha acreditado un total 57 podios, 23 de ellos, en lo más alto. En septiembre y noviembre se celebrarán el resto de series, siempre de tres en tres.
Sin embargo, la nueva normativa de la competición limita las apariciones (máximo cuatro pruebas individuales por evento) y premia a los campeones olímpicos y mundiales, que no van a tener que nadar las series matinales sino que están clasificados directamente para la final. En el caso de la catalana, los 200 mariposa, que se disputan esta tarde (a partir de las cinco de la tarde, hora española) en Moscú.
Mireia llega a la capital rusa con la moral por las nubes tras su gran actuación en el Mundial de Budapest. Un oro y dos platas, lo que aumenta a 45 el total de medallas ganadas por la nadadora de Badalona en grandes eventos internacionales.
Once años contemplan la carrera profesional de Belmonte. Una nadadora que, año tras año, competición tras competición, ha buscado superarse. Cada vez el reto es mayor.
Pero los años pasan y pronto, quizá antes de lo que ella misma piense en estos momentos, va a tener que enfrentarse a la disyuntiva de seguir siendo la nadadora más versátil del panorama actual o especializarse en una o dos disciplinas y concentrar en ellas todo el trabajo y el esfuerzo.
Que se especializara es algo que gustaría a su entrenador, Fred Vergnoux, según admitió el técnico en una entrevista con el diario ‘As’: “Siempre pienso que si hacemos alguna cosa menos, como por ejemplo solo crol o mariposa, sería más fácil. Mireia podría nadar más rápido”.
Por el momento, la nadadora de la UCAM es feliz combinando disciplinas y distancias. Lo hace todo más ameno. Y para una persona que en octubre ya estará pensando en proclamarse campeona de Europa en Glasgow en 2018, ésos son detalles que facilitarán el trabajo duro, las horas y horas de entrenamiento para volver a dar el do de pecho.
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