Lituania, 73 - Turquía, 61

Lituania, a semifinales a base de triples

El acierto desde la línea de tres permitió sobrevivir a Lituania para colarse en su segunda semifinal mundialista consecutiva

Sergio Vera

Cuatro años después Lituania repite como semifinalista. El equipo de Kazlauskas se llevó por delante al conjunto dirigido por Ataman que aterrizaba en los cuartos de final sobreviviendo en el torneo a base de remontadas épicas. El acierto desde la línea de tres (10/19) marcó un partido en el que Seibutis y Pocius marcaron el ritmo en el perímetro y Valanciunas puso la dureza en la pintura para acabar con los turcos.

Y eso que la última vez que Tlos otomanos pisaron el Sant Jordi fue para presenciar el triple ganador de Preldzic contra Australia. Quizás el subidón de adrenalina de una victoria agónica funcionó para mantener la inercia ganadora en los primeros instantess del encuento liderados por la clarividencia de Preldzic y la mejor versión de Asik. Entre ambos anotaron 12 de los 18 puntos turcos en este primer cuarto en el que los problemas en la dirección lituana ya dejaron entrever cuál sería el plan de ruta a seguir por los chicos de Kazlauskas. 

No funcionó el timón báltico ni con Juskevicius ni tampoco con Vasiliauskas. Fue con Pocius - un escolta jugando de base - como Lituania consiguió presentar batalla tras un inicio con muchas dudas que llegó a poner el marcador en un peligroso 6-14 tras los primeros cinco minutos. Solo Valanciunas comenzó el partido con el punto de tensión necesario anotando los seis primeros puntos de su equipo.

RESUCITAR DESDE EL TRIPLE

Con Valanciunas cogiendo aire en el banquillo, los gemelos Lavrinovic dieron forma al juego interior lituano. Y precisamente fue Darjus quien dinamitó el encuentro desde la línea de 6,75m. Tres triples prácticamente consecutivos del interior lituano permitieron a Kazlauskas y los suyos recuperar la iniciativa en el marcador (24-23 min.15). 

Turquía perdió el rumbo sin Preldzic y Ataman le dio entrada para tratar de aportar clarividencia al evidente colapso ofensivo otomano. Güler trató de rescatar a los suyos que tenían muchos problemas para anotar ante una defensa lituana cada vez mejor asentada. En ataque, Seibutis y Pocius mantuvieron al equipo báltico al frente al descanso (33-28).

ARSLAN SALE AL RESCATE TURCO

Pero Turquía se mueve como nadie en el filo de la navaja. Ese lugar emocional en el que dejarse caer o sobrevivir con más fuerza. Ahí apareció el pequeño Ender Arslan con 10 puntos en el tercer período - no había anotado en toda la primera parte - para golpear una y otra vez el planteamiento defensivo lituano. El parcial de 0-13 volvía a plantear un nuevo escenario en el encuentro.

Los bálticos echaron el resto a su acierto desde la línea de tres ante la imposibilidad de conectar con su juego interior. Valanciunas quedó aislado y la pintura lituana se convirtió en un desierto. Ante tal situación, Pocius se erigió en la garantía de Kazlauskas para aguantar la reacción turca con dos triples en la recta final del tercer acto. Los lituanos volvieron a tomar el control y se escapaban 47-44 gracias a una canasta sobre la bocina de Paulius Jankunas.

CAÍDA LIBRE 'SIN' ASIK NI PRELDZIC

El impulso sirvió para alargar el buen momento báltico tras el descanas. El arranque que hacía presagiar que el último cuarto haría enloquecer a la poblada legión verde que apoyaba a los lituanos desde la grada del Sant Jordi a grito de 'Lietuva, Lietuva'. 

Seibutis asumió el liderazgo de su equipo en el perímetro. Desatascó los ataques lituanos anotando en penetración y también desde el lanzamiento lejano. Y junto a él, Maciulis ejecutó el plan perfecto con cuatro puntos consecutivos que dejaban el partido muy cuesta arriba para el equipo de Ataman (62-51 min.36).

Sin Asik - 'castigado' con cuatro faltas en el banquillo - y con Preldzic sufriendo el agotamiento en cada ataque. Las baterías otomanas duraron hasta que Preldzic aguantó. Turquía se quedó sin ideas ni recursos. Tras cuatro remontadas en el torneo, la quinta no se produjo. La espada de Damócles esta vez sí cayó sobre sus cabezas. El paso de los minutos permitió a los lituanos controlar el 'tempo' del encuentro dejando en el abismo las esperanzas turcas de jugar las semifinales del próximo jueves.

El vigente subcampeón del mundo dice adiós a la competición. Lituania sigue su camino a base de triples y amor propio. Segundo Mundial consecutivo en el que se cuelan en semifinales. Una vez más, Kazlauskas y los suyos entran de pleno en la lucha por las medallas