MOTO GP / GRAN PREMIO DE ESPAÑA

Marc Márquez no conoce límite

El campeón del mundo no dio opciones a sus rivales y se anotó la cuarta victoria consecutiva de la temporada por delante de Valentino Rossi y Dani Pedrosa en el circuito de Jerez

Laura Ramos

Pronto ni tirar de tópicos deportivos va a ser suficiente para describir la figura de Marc Márquez. Llegaba a Jerez con las estadísticas en su contra o, por lo menos, todo lo contrarias que pueden ser cuando eres el campeón de MotoGP más joven de la historia. Nunca había ganado en el trazado andaluz y ningún 'poleman' había sido capaz de ganar la carrera desde 2010. 

Pequeños detalles estos que bien pronto quedaron en pura anécdota. El líder del Mundial salió bien, aunque no lo suficiente como para salir primero después de la primera y exigente curva de Jerez. Ni se inmutó. Tenía muy clara la estrategia y esperó dos vueltas para realizar la maniobra ganadora. Sí. A Márquez tan solo le hicieron falta dos giros para superar a Valentino Rossi y empezar a abrir hueco con sus perseguidores hasta sentenciar el domingo mucho antes de alcanzar el ecuador de la prueba.

"He visto que podía tirar fácil y estaba abriendo hueco, así que me he dicho tú tira que no sea que luego te atrapen", reconocía un Márquez que cuenta ahora con 28 puntos de ventaja sobre Dani Pedrosa, que en Jerez fue tercero. Palabras entre esa sonrisa tan particular que apenas se creía el propio Marc. "Las dos primeras vueltas han sido divertidas, después me he aburrido un poco", reconoció.

La superioridad del piloto de Honda parece no tener fin. O remedio. Valentino Rossi lamentó no haber aguantado más, pero "hoy Marc era imposible". El italiano, que compitió con Márquez en cuanto a sonrisas, estaba feliz. Apostó por un neumático mucho más duro que el de sus rivales porque "con este calor temía tener problemas" y la jugada le salió bien. Su Yamaha aguantó y le permitió lograr cierto margen de seguridad sobre Jorge Lorenzo y Dani Pedrosa que al final valió su peso en oro.

Con Márquez desmarcado, el italiano lideró el trío de perseguidores en el circuito en el que más veces ha ganado. "Volver al podio en La Catedral es muy importante, no lo hacía desde 2010", aseguró el de Yamaha. Lorenzo le aguantó el ritmo, pero el mallorquín se desfondó cuando Pedrosa, siempre agazapado detrás, le superó cuando apenas faltaban seis vueltas para el final. Desaparecido Lorenzo, la emoción se centró en la lucha por el segundo puesto.

Pedrosa, que reconoció haber tenido muchos problemas en la primera mitad de la carrera, le fue recortándo décima a décima la ventaja a Rossi. Ambos llegaron prácticamente igualados a la última vuelta. Dani lo intentó en la curva de Jorge Lorenzo, pero Rossi, perro viejo, le tapó el hueco por el exterior. Se abrió en exceso, aunque supo mantener la posición para cruzar primer la línea de meta.

Lorenzo, cuarto, lo hizo a siete segundos de Pedrosa. Por detrás, Andrea Dovizioso fue quinto y Álvaro Bautista, sexto. Aleix Espargaró, en una carrera para enmarcar, terminó séptimo tras irse largo en el tramo final de la prueba en el enésimo intento por contener el potencial de Ducati y Honda. Peleó como un jabato contra Dovi y Álvaro con adelantamientos de gran calidad, pero la potencia y la velocidad punta de sus motos se antojaban imposibles para la Forward del catalán a cada paso por curva. Aun así, Aleix Espargaró superó a las Yamaha Tech-3 de su hermano Pol y Bradley Smith y demostró su calidad al manillar de una moto inferior.