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Amaia Arguiñano: "Las motos grandes las veo peligrosas"

La hija del conocido cocinero no ha seguido la tradición familiar y ha preferido el mundo de las carreras de motos como ingeniera telemétrica del A&G Racing en el Mundial

Amaia Arguiñano entró, de lleno, en el mundo de las motos

Amaia Arguiñano entró, de lleno, en el mundo de las motos / sport

Sergi Mejías

Estudiaste ingeniería pero, ¿cómo acabas de telemétrica?

Un poco por sorpresa. Vi que podía trabajar aquí, en el equipo del Mundial, a la par que seguir avanzando con mis estudios que está un poco relacionados. Y teniendo está oportunidad dije ‘por que no aprovecharla’. Me encantan las motos pero tenía que ver si me iba a gustabar trabajar en esto o no. Después hice el Master de Monlau Competición y aquí sigo.

¿De dónde te viene la pasión por las motos?

Viene de familia. A mi padre siempre le han gustado las motos y todos los domingos veíamos las carreras. 

Y tu padre después se enganchó a ir a los circuitos...

Y a él le viene por su amigo Ginés (Guirado). Le invitó a alguna carrera y se enganchó tanto que cada vez que podía se venía a las carreras. Y luego él le animó a hacer un equipo. Por desgracia Ginés falleció en octubre del 2012, pero mi padre decidió seguir con el proyecto iniciado como homenaje. Siempre está pendiente de todos los entrenos y carreras y anima mucho a todo el equipo porque está muy ilusionado.

¿El resto de tus hermanos se dedican a la cocina?

El mayor está de metre en el restaurante, el siguiente de jefe de cocina, otro es pastelero y en un obrador hacen un montón de cosas, Martín es el encargado del hospitality del equipo, del Arguiñano & Ginés Racing, y en un obrador hacen un montón de cosas. Mi hermana, adoptada, también está en la cocina.

Si eres Arguiñano o cocina o box ¿no?

No, hay un hermano que hizo cine en Barcelona y es cámara. Se dedica a diferentes cosas del séptimo arte. Se llama Karlos.

Suena a chiste que Karlos Arguiñano jr se dedique al cine y no a la cocina.

Ja, ja, ja… Todo el mundo le llama Charly, nadie le llama Karlos.

Una mujer en un mundo de  hombres ¿Cuesta?

No, al contrario. Somos pocas y nos tratan bien.

¿Cómo llevas los viajes del Mundial?

Lo llevo bien. Lo que más cuesta es al inicio de temporada. Llevas muchos días en casa y has perdido el hábito de hacer y deshacer la maleta. Cuando vuelves de las carreras, al princpio, te desubicas porque tienes todo el día libre, tus amigos trabajan y no sabes qué hacer. Luego ya es hacer tu rutina, me gusta.

¿Qué no falta en tu maleta?

El neceser grande que siempre llevo.

¿Vas en moto?

No, vivo a caballo entre Barcelona y País Vasco. Tengo carnet de coche pero no llevo moto. Desde los 14 años he ido con un scooter por mi pueblo pero las motos grandes las veo peligrosas. Sí que he llevado alguna moto grande aunque no tengo carnet.

¿Cómo es tu trabajo con Jonas Folger, tu piloto? 

Cuando llegamos al circuito el jueves repasamos lo del año anterior, marchas, frenadas fuertes… Para que salga mentalizado. Después de cada salida repasamos donde puede mejorar.

¿Cómo os veis esta temporada?

Para estar delante. Los seis primeros llevan cámara y quiere llegar a Valencia con la cámara en la moto, aunque sea más peso.

¿Daríais el salto a MotoGP?

Lo veo difícil por tal como están ahora las cosas pues si no eres oficial no tienes opciones de hacer podio. Moto2 es más competitivo y como equipo podemos ser más competitivos, en este momento. Si cambian las condiciones ya se verá.

¿Qué es lo que más te gusta del Mundial?

La adrenalina de los momentos de carrera, y el sentir que formas un equipo y apoyarnos entre todos.

¿Y lo peor?

Lo que menos cuando haces una mala carrera y te queda recoger todo, la sensación de desánimo.