Un empleado dimite para que Wenger pueda fichar más

Cobro 8 euros a la hora y trabajo 37,5 horas a la semana. Me pagan 310 euros a la semana, lo que supone 16.280 euros por año. Dimito de mi puesto de trabajo como empleado de la tienda del club en la que llevo dos años, tiempo en el que viví un sueño al formar parte del club de mi corazón. Hago todo esto para dejar de ser una carga para Wenger y el Arsenal. De esta forma podrán fichar a jugadores”. Es un extracto de una carta pública de un ex empleado del club emitida ayer como respuesta a la afirmación de Arsene Wenger tras el empate ante el Leicester (0-0) en la que intentaba explicar las razones del gasto efectuado este verano. Tras este partido del pasado fin de semana, Wenger dijo que “si tuviera 300 millones de euros y los gastara con un jugador para un club que tiene 600 empleados sería un acto de irresponsabilidad”. La afirmación del técnico tuvo una respuesta inmediata de este trabajador anónimo presentando su carta de dimisión.

Las voces críticas a Wenger crecen en un club que este verano se ha gastado 45 millones de euros en la compra de Granit Xhaka (Borussia Mönchengladbach), 4 por Takuma Asano (Hiroshima) y 3 por Robert Holding (Bolton). En total, 49 millones, que quedan lejos de los 91 gastados en la temporada 2014/15 pero muy superior a la pasada, la 2015/16, cuyo inversión ascendió a 26 millones de euros. Queda claro que la locura que se vive en Manchester no llega totalmente a la City londinense. El conjunto de Mourinho lleva gastados 179 millones de euros y el City de Guardiola, 175 siendo los clubs que mayor inversión han efectuado. Las críticas a la política de fichajes de Arsenal parecen más una crítica a la sequía que vive el club con Wenger al frente (no logra la liga desde 2003-04).