Agosto ha vivido los éxitos del deporte femenino

El presente es mujer

Acabamos de cerrar el mes de agosto más prolífico para el deporte femenino español en múltiples y variadas disciplinas. Ellas marcan el camino

Ruth Beitia, Mireia Belmonte, Carolina Martín, la selección de waterpolo y Ona Carbonell brillan en sus respectivas disciplinas

Ruth Beitia, Mireia Belmonte, Carolina Martín, la selección de waterpolo y Ona Carbonell brillan en sus respectivas disciplinas / sport

Neus Yerro

Cerrado el mes de agosto queda claro que el presente es mujer en el deporte español y de ello parece haber tomado buena cuenta el Consejo Superior de Deportes (CSD) que ayer, en la convocatoria de subvenciones para las federaciones deportivas, incluye una partida de un millón de euros para el Programa Mujer y Deporte con el objetivo de “promocionar, facilitar e incrementar la participación femenina en todos los ámbitos del deporte”. 

Sin negar el mérito al título europeo de Miguel Angel López (20 km marcha), el subcampeonato de Borja Vivas (peso) o el bronce de Àngel Mullera (3000 obstáculos) en este mes de agosto se ha impuesto el deporte femenino: todo empezó con el waterpolo femenino y las chicas de Miki Oca añadiendo a su sensacional título mundial una no menos preciada corona europea, hito inédito en el deporte.  

La natación, con Mireia Belmonte, un portento con sus seis medallas –dos títulos europeos en 1.500 libre y 200 mariposa–, en siete pruebas disputadas, entre ellas, su estreno en la competición de aguas abiertas en la prueba de 5 km, en la que se colgó el bronce; Duane da Rocha, campeona de Europa en 200 espalda; Jessica  Vall, bronce en 200 braza en su primera final continental, y Judith Ignacio, plata en 200 mariposa, se hizo sentir en Berlín así como la sincronizada, con Ona Carbonell a la cabeza. 

Cuatro pruebas, cuatro medallas, y, si bien no estuvieron en el escalón más alto –ese honor sigue perteneciendo a las excepcionales nadadoras rusas– y que se vieron rebasadas por Ucrania en dúo y equipos–, su éxito es merecedor de una distinción ya que en los últimos años se han convertido en todo un seguro de presencia en el podio.

Indira Terrero (bronce en 400 metros), Diana Martín (bronce en 3.000 obstáculos) y la veterana Ruth Beitia, reeditando su cetro europeo en altura con 35 años, fueron los nombres propios en Zúrich. Si hablamos de la cántabra, probablemente estemos hablando de la mejor atleta española de todos los tiempos, que atesora once medallas internacionales en 24 años de carrera. Su decisión de retirarse, algo que se planteó tras la decepción sufrida en los Juegos Olímpicos de Londres (se le escapó el bronce con tres nulos en 2,03) parece, por el momento, lejana.

En contraposición, la juventud también pide cancha. Como una onubense de 21 años, Carolina Marín, campeona europea (en abril) y mundial de bádminton, la primera en la historia del deporte español. “Todavía me encuentro en una nube”, decía tras su espectacular triunfo sobre la número uno mundial y campeona olímpica, la china Xuerui Li. Apenas había podido dormir, “no tenía ni fuerza” para ello, y a su llegada a Madrid, procedente de Copenhague, se vio sorprendida y emocionada por la repercusión que ha tenido su título mundial. Ella, que se define como “una leona en la pista”, es una de las grandes apuestas de futuro. Sus ojos miran ya hacia los Juegos Olímpicos de Río 2016 aunque según su entrenador, Fernando Rivas, su objetivo deben ser los de Tokio 2020. 

Hace unos años nadie podía soñar con estos éxitos. Ahora sólo falta que las ayudas se mantengan para que ellas sigan dando alegrías.